Capítulo 48

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- Verás hija, el doctor te lo dijo… A veces, es mejor no recordar.

- ¡Pero yo quiero recordar! –Exclamé exasperada.

Nuevas lágrimas recorrían mis mejillas, sentía que todo estaba mal, sentía que todo era extraño, que las cosas no encajaban. Sentía que debía saber que estaba pasando sin importar que tan malo fuera. Mi madre se veía mal, triste, culpable… Y yo ahí sin entender nada. ¿Por qué creían que era lo mejor no recordar? No creo que fuera tan mala mi experiencia. 

- Vamos mamá –Supliqué sollozando- No sé qué pasa, pero no me gusta. Dímelo.

- Es que _____ no quiero que sufras.

- Muy tarde –Dije recordando las lágrimas en mis mejillas.

¿No les ha pasado, que a veces, dices cosas por impulso, cosas que suelen herir a los demás, cosas de las que luego te arrepientes? Pues, este era mi caso ahora. Mi mamá había soltado una lágrima y verla llorar era uno de mis peores martirios. No quería dañarla, no quería que ella sufriera, pero tampoco quería sufrir yo.

- Perdón.

- Hija, tus hermanos quieren verte ¿Qué tal si dejamos esto para después? –Preguntó y yo asentí. 

- Diles que pasen. 

El odio que sentía hacia mi hermana seguía intacto, el cariño que tenía hacia Santi era más fuerte por una extraña razón, pero ninguna de las dos cosas me impidió ver a mis hermanos entrar con una enorme sonrisa en mi rostro… Ellos estaban bien y de alguna forma, eso aliviaba mi corazón, pero, ¿Por qué?

- ¡Estás bien! –Gritó Santi y corrió a abrazarme.

- Hola enana –Saludó Michelle desde la puerta.

- Hola –Respondí sonriendo- ¿Cómo están?

- Bien –Dijeron ambos al unísono. 

- ¿Cómo está tu pierna? –Preguntó Santi.

‘Mi pierna’ repetí en mis adentros. Traté de moverla y sentí un dolor. ¿A qué se debía aquel dolor? Una bala. La imagen de una bala apareció en mi mente, la imagen de Andrew apareció en mi mente, la imagen de aquel chico apareció. Y nuevos recuerdos inundaron mis pensamientos. 

“- ¡Maldito! –Clamé con lágrimas en mis mejillas- ¡No!

Y justo después de mi grito, sucedió. Andrew lo había hecho. Había disparado a Harry. Mis lágrimas no cesaban. Ver a Harry, golpeado, atado en una silla, con una herida en su pecho, solo lograba desesperarme más. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarme todo esto a mí? ¡A él! Harry no había hecho nada, Harry no merecía la bala ¡La merecía yo!

- ¿Por qué? –Grité una vez más- ¿Por qué? ¡Por qué a él y no a mí! 

- Simplemente quería verte sufrir un poco 

- Eres un… 

Otro disparo. Un nuevo dolor. Pero esta vez, no en mi corazón, sino en mi pierna. Me había disparado a mí, pero no era una herida de muerte. La sangre recorría por mi muslo, el dolor era fuerte, pero no tanto como el de mi corazón.”

Harry. Harry. El nombre rondaba por mi cabeza, y parecía que estuviera rodando de un lado a otro con una fuerza tan grande que causaba un fuerte dolor en mí. Poco a poco, todo iba cobrando sentido… Aquellos hombres. ¡Mi mamá fue testigo de un asesinato! ¡Nos habían encontrado! Pero, nosotros estábamos encerrados en un lugar. ¿Qué había pasado? ¿Cómo habíamos escapado? ¿No se suponía que mi familia estaba muerta?

- Mamá –Susurré débilmente. 

- ¿Qué pasa hija? –Preguntó alterada- ¿Te sientes bien? 

- Quiero hablar contigo… A solas.

Miré a mis hermanos con ojos llenos de súplica y ellos obedientes se marcharon. Estaba lista para escuchar la historia. Estaba lista para escuchar que había pasado después de que le dispararan a aquel chico y a mí. Y esta vez, no aceptaría un no por respuesta.

Is this love? - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora