-¡El entrenamiento de Santi! –Grité interrumpiéndolo- Rayos lo había olvidado
- Cierto, hay que ir a buscarlo a su colegio.
- Anda cámbiate que yo haré lo mismo ahora –Exclamé un tanto alterada- Ve, ve.
- Bien ángel.
Cuándo Harry salió me dispuse a cambiarme… Me veía un poco rara, pues estaba usando una camisa de Harry que me quedaba bastante grande y me había puesto un short de Genma. Tonto Harry si me hubiera dejado usar una blusa de su hermana sería feliz.
- ¡Estoy lista Harry! –Grité desde la habitación cuando terminé- ¿Vamos?
- Vamos –Dijo él saliendo del baño donde se había cambiado- Te ves hermosa ángel,
- Ja, já –Bufé – Ya vamos antes de que te golpee.
- ¿Y esa agresividad?
- Es parte de mí.
El resto del camino estuvimos discutiendo por estupideces, hace rato que no lo hacíamos y lo extrañaba… Lo sé, raro ¿A quién le gusta discutir? Pues a nosotros, ya que no son en serio, son simple peleas que nos hacen reír.
- ¡Harry! –Gritó mi hermano al vernos.
- Ah claro y yo estoy de adorno –Gruñí.
- A ti te veo siempre – Respondió Santi riendo- Llévame Harry estoy cansado.
- ¡Súbete! –Exclamó Harry- Hay que ganarle a ______
- ¿Ganarme qué? –Pregunté.
- No sé, solo hay que ganarte.
- ¡Corre Harry! –Gritó Santi- ¡Ganémosle a _____!
Y después de eso los niños comenzaron a correr; definitivamente estaban locos, saltaban, gritaban, jugaban... Yo les iba siguiendo a paso lento y calmado mientras escuchaba música, no estaba enojada, pero no tenía ganas de correr detrás de ellos tampoco… Así que no tenía otra opción.
-¡Llegamos! –Gritó Santi- Chao Harry.
- Chao –Se despidió éste- Nos vemos.
- Bien –Dije cuando Santi se había ido- Gracias por todo… ¿Me pasas mi uniforme después?
- Ángel –Susurró acercándose a mi- Chao.
- Harry, ya llegó mi mamá –Interrumpí- Luego hablamos ¿Si? Cuídate.
- Claro. Adiós.
Después de comer, bañarme, hacer mis tareas, etc. Tuve tiempo por fin de recostarme en mi camita, estaba tan cansada… Pero la había pasado bien con Harry, pensé que al descubrir que estaba enamorada de él me iba a resultar incómodo hablarle, pero al contrario, me sentía bien a su lado, me divertía como nadie y pasaba los mejores momentos con él. Y sí, allí estaba yo; en la cama acostada abrazando a señor Oso mientras pensaba en Harry, en su sonrisa, su mirada, su voz, el simple hecho de estar usando la camisa de Harry y que ésta tenga su perfume… Ese perfume que amaba tanto, que podía reconocer a kilómetros, ese perfume que me volvía loca, tener ese perfume en mí me hacía pensar en Harry más de lo normal. ¿Hasta el punto de imaginármelo en mi habitación? “No lo creo” Pensé para mí. Harry estaba allí nuevamente.
- No te quiero ofender –Comentó- Pero sonreías como una tonta mientras abrazabas tu oso ¿Enamorada?
- Eso no te importa –Respondí bromeando- ¿Trajiste mi uniforme?
- Mal educada.
- ¿Mal educada yo? ¿Quién entra a la habitación de los demás sin siquiera pedir permiso?
- Rayos –Gruñó- Por esta vez ganaste.
- Obvio –Dije riendo- Ahora entrégame mi uniforme Styles.
- Ven por él.
- Vamos solo debes caminar 5 pasos.
- Son 6 –Exclamó desafiante.
- ¿Quieres apostar Styles?
- El que pierda tendrá que obedecer al otro en lo que le diga por un día- Dijo éste- Dejaré que tu des los 6 pasos hasta acá… Pero lo harás con los ojos cerrados ¿Bien?
- Bien –Acepté- No te muevas más allá.
- Confía un poco en mí ángel