Capítulo 15 "La confesión"

310 16 8
                                    

  Estando en el aeropuerto, nos costó un mundo abordar el avión, muchos fans, cámaras, periodistas estaban apostados en las inmediaciones del sitio de abordaje. 

Muchos flashes, preguntas desordenadas en diferentes voces, el seudónimo "Eminem" logró asomarse un par de veces, sin embargo la diva caminó hacia el avión sonriente, segura de sí misma, ignorando todo aquello, solo saludó con la mano al viento hasta entrar al objeto volador.

 Yo iba a su lado, un poco incómoda, tratando de imitar un poco su postura, disimular como me encontraba en ese momento. 

Despegó el avión dejando EE.UU atrás. Mirando por la ventanilla, sentí como todo lo que había vivido horas antes, parecía doler menos, la ilusión de estar en un país desconocido para mí como lo era Brasil, me estaba absorbiendo. Quería conocer lugares, gente, disfrutar la compañía de mi misma y olvidar todo por un rato, los besos, las provocaciones de Marshall. 

Su confesión de celos, me hacían palpitar mi corazón, pero los recuerdos de verlo con otras mujeres como Mariah o Dido, recordar que se portó como un patán la última vez que lo vi por culpa del alcohol, me decepcionaba grandemente. 

 NARRACIÓN DE MARSHALL: 

De regreso a mi casa, mi hija me recibió corriendo con los brazos abiertos, no quería que notara que había bebido, la cargué, le di un beso en la mejilla y al bajarla suavemente al suelo me miró con nostalgia

 -¿Que sucede pequeña?-le acaricié una mejilla-

 -Estás raro papi, además, ayer no estabas, ¿Dónde estabas papi? Quería dormir contigo –hizo pucheros-

 - Perdón bebé, Papi estaba ocupado con su trabajo, pero pasaré mucho más tiempo contigo, lo prometo, es más, hoy te contaré un cuento que te va a encantar para que te duermas contenta, cielo-dije lo más dulce posible, me sentí un miserable al mentirle a mi hija, ella era lo más importante de mi vida-

 -¡si! –dijo con mucha alegría- Te amo papi- me sonrió-

 -Y yo a ti pequeña...

 Vi sonreír a Hailie y tomar su muñeca para irse corriendo hacia su cuarto, la nana, salió a la sala

 -Señor Mathers, ayer debí haberme ido a las 8pm -expresó la nana un poco molesta, me sentí apenado-

-Lo se Lilia, disculpe, le pagaré las horas extras, no se preocupe

 -Está bien... Señor, llamó la mamá de Hailie, pero dije que dormía, como usted me pidió que no le pasara al teléfono -se encogió de hombros-

 -Hizo bien, gracias. –saqué dinero de mi bolsillo- tome, disculpe de nuevo.

 -Gracias señor, con permiso... 

 No quería que Kim hablara en esos días con Hailie, estaba tratando de ponerla en mi contra, diciéndole medias verdades y mentiras que a una niña como mi hija, solo le harían daño. 

 Fui a la habitación de Hailie, al asomarme, la vi jugando muy animada con sus muñecas. Al darme cuenta que todo estaba en orden, entré al estudio. Seguí escribiendo las rimas para mi nuevo disco, tenía días en donde la inspiración estaba a mil y en otras, daba un bajón que me dejaba la mente en blanco totalmente. 

 De pronto sonó mi cel., miré la pantalla y era un número desconocido, no solía atender llamadas cuando estaba trabajando en mi mierda, pero la curiosidad me mataba

 -Si diga- atendí curioso de quien pudiera ser-

 -¿Hablo con Marshall Mathers?- se escuchó una voz masculina-

Friend's Obsession (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora