Capítulo 25 "Sin mí"

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 Noté a Marshall extraño, como disperso, mientras tomábamos. Intenté acercarme pero lo sentí ausente

 -¿Sucede algo mi rubio?- pregunté curiosa por su actitud- 

-Si preciosa, me cabrea el hecho que deba cortar nuestra velada... Debo llevarte a tu apartamento y resolver algo –dijo fastidiado- 

-¿Es grave?, ¿Puedo ayudarte?- pregunté un poco preocupada- 

 -No, amor, gracias, puedo manejarlo, ven –extendió su mano, yo la tomé y me volvió a sentar en sus piernas- todo irá bien –acarició mi rostro- Mañana paso por ti a las 9 am, ponte más preciosa de lo que ya estás, te tengo una sorpresa. –Me besó en la comisura de mis labios- No te preocupes por nada y no te olvides de confiar en mí, nena, lo prometiste. –dijo serio-

 -Está bien, si confío en ti, mi amor, espero que eso que necesitas resolver, logres hacerlo, mañana estaré lista a la hora que me dijiste, mi rubio hermoso, te quiero- lo besé en los labios dulcemente y le sonreí, pero en el fondo, algo me decía que él me estaba ocultando algo no obstante, debía confiar en él-

 -Lamento tanto no haberte hecho mía desde que te conocí, eso debí haber hecho en vez de hacer la cagada que hice... Debí dejarme llevar por mis sentimientos y no por el maldito sueño, por el deseo, me dejé envolver muy fácil por esa puta, mientras en el fondo ardía una llama de pasión, y cariño por ti, mi Jen -expresó con cierta pesadumbre, que quise que no se sintiera de ese modo-

 -Sshh, no digas más, Marshall, así tenía que ser -me encogí de hombros- Soy de las personas que creo firmemente que todo pasa por algo, quizás si hubiera sido diferente, no estaríamos así como ahorita -le sonreí- Valió la pena todo porque hoy estas a mi lado, yo... -me calló con un beso apasionado- 

 Me dejó en mi apartamento. 

Al llegar estaba cansada, pero feliz, no cabía en mí de la emoción, todo parecía un hermoso sueño, me costaba asimilar que todo era real.  Fui una montaña rusa de emociones, pero desde la sonrisa y la complicidad, fue mágico, Marshall era el hombre de mi vida, lo era todo para mí, hoy lo comprobaba más que nunca.

 -¡Cuéntamelo todo!–reía mientras Melissa me hacía cosquillas, así me coaccionaba para conseguir lo que quería, en este caso, que le contara lo de Marshall y yo-

 -Ya suéltame Meli, ¡me asfixio! Está bien, te contaré un poco, ¡ya! –Ambas reíamos- Me llevó a comer a un restaurante hermoso y me propuso reivindicarse conmigo, le dije que aceptaría eso cuando me sintiera segura a su lado, luego me llevó a su disquera, compartimos anécdotas, nos besamos, reímos, lloramos, fin...

 -¿Qué?, ¿Tú crees que me vas a dejar así con ese cuento tan recortado? No se vale- hizo pucheros- ¡tú te lo buscaste por mala chismosa! –Siguió haciéndome cosquillas- 

-¡ya loca!, –Ya no aguantaba tantas cosquillas- mañana saldré con él temprano, debo dormir - bostecé un poco- 

 -Si, ¿descansar para la nueva faena? ¡Eshoo! – Dijo con picardía-

 -No pienses mal, Mel... -sonreí y ella me amenazó con más cosquillas- 

 NARRACIÓN DE MARIAH:

Decidí ponerme de nuevo el blúmer de encaje rojo que tanto le gustaba a mi hombre, pensando cómo iba a disfrutar sentir sus dientes en mi piel al romperlo con pasión, serví dos copas de vino, mientras escondía debajo de la cama las copas que ya me había bebido, arreglé un poco mi cabello y retoqué mi labial, rocié de nuevo mi loción, esa fragancia que tanto volvía loco a mi Shady, cada segundo que pasaba lo deseaba más y más. Caminé rápido a la cama, para ponerme debajo de las sábanas, al sentir unos pasos hacia la puerta de la habitación de Marshall, 

Friend's Obsession (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora