"La advertencia" Segunda Parte

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 Tomamos vuelo hacia New York, yo a lo mío y él a lo suyo pero igual, más unidos que nunca... 

Habíamos pasado los mejores días juntos, entre los preparativos para la boda de Mel, las ocupaciones y las salidas a comer, al cine, a bailar, a sitios románticos donde demostrarnos tanto amor, tanta pasión... 

Ya me manejaba un poco mejor en cuanto a la tolerancia de la cercanía de mujeres hacia Marshall, él me respetaba, me había hecho tan feliz...Aún y cuando la ex aun lo rondaba, con una pose de amiga que no me creía, él me había hecho sentir especial, me había dado mi lugar. 

Llegamos a New york y pedimos la habitación juntos, fue un sueño hecho realidad, viajar con él, compartir como pareja, era lo mejor, más aun se había acrecentado en mí, el deseo de ser su esposa, cuando veía a Meli ponerse su vestido para ajustes de costura, o cuando la veía tan entusiasmada con la decoración de su recepción, sientía una gran necesidad de vivir algo similar junto a Marshall... 

En mi cabeza rondaba la idea de convencerlo sutilmente para que nos casaramos algún día

 -Mi amor, Meli me llamó, me dijo que ya tiene listo casi todo, están yendo a cursos prematrimoniales donde dicen que el amor para que perdure por siempre, tiene que estar bendecido por Dios ¿Qué opinas de eso mi rubito?

 -Nena, el matrimonio es la tumba del amor, pero ojalá a ellos le vaya bien, se los deseo de corazón... El amor perdura con la decisión de amar todos los días a la persona que se ama por encima de sus defectos, preciosa, no hace falta un papel firmado o la bendición de un cura para eso, Dios bendice todos los días a quienes creen en él... ¿Te respondí la pregunta? 

-Si mi rubio, tienes razón –dije melancólica-

 -Jen ¿A qué viene esta conversación? Dime la verdad mi amor –me tomó de la mano-

 -Solo curiosidad -me encogí de hombros-

-No me mientas, sabes que odio que me mientan, ¿Estás insinuando que nos casemos? ¿Otra vez con ese tema Jen? –bufó- 

 -Sí, ya sé que no crees en el matrimonio y que no soy digna para ser tu esposa, pero la que fue tu esposa si lo era en su momento ¿cierto? Debe ser que una drogadicta, maltratadora, loca sexual es mejor que yo... ¿sabes qué? Voy a salir, voy a despejar un poco mi mente, estoy molesta, y no quiero hablar...-me exasperé sin poderlo evitar-

 -¿Qué rayos te pasa?, Piensa lo que hablas... No la cagues por favor, hemos pasado unos días estupendos, para que cada vez que salga el tema de matrimonio te pongas así Jen ¡no me voy a casar ni contigo, ni con nadie! -respiró hondo- Te amo, eres mi mujer, soy tuyo, si eso no te basta, me avisas y no te molestes en salir, el que se va soy yo, cuando te calmes y quieras follar, me llamas, si es para pelear, ni me mires mujer, me largo... 

 Rompí a llorar, ¿Por qué no quería casarse conmigo? Sera que su amor no es tan grande como yo creía? ¿sera que yo era la equivocada? Estaba muy confundida, esto se me escapó de las manos, la cagué como me dijo él... 


 Narración de Marshall:

 -¿Qué pasa Doody? ¿Por qué tienes esa cara?- me miró preocupado-

 -Jen, sigue con el tema del matrimonio, me tiene harto –puse las manos en mi cara-

 -Ah pero ¿no me habías dicho que no habían hablado más del tema y estaban mejor que nunca?

 -Eso creí man, pero me cabrió su maldita actitud, me sacó en cara mi mayor error, el haberme casado con Kim ¿Qué te parece? Comparándose con ella, ¿Qué coño le pasa?

Friend's Obsession (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora