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La voz del instructor cada vez se escuchaba más lejana.

-La danza está expresando la naturaleza con su cuerpo. El viento sopla. La lluvia cae. Sale el sol. Tal y como fluye el agua de los ríos y océanos, es necesario que sus cuerpos se muevan.

Uno, dos, tres... respira.

Poco a poco la voz del instructor comenzó a escucharse más nítida.

-Sientan con su cuerpo. Deben comprender la suavidad... con el fin de expresarlo a través del baile.

Sin poder soportar más, Banryu apretó su mandíbula.

-¡Espera, detente un poco! - le susurró a Soo Ho. El chico le sonrió con malicia, jalando más su pierna.

Sin duda me las pagarás, Soo Ho.

Tan sólo habían transcurrido diez minutos desde que había comenzado el ejercicio de calentamiento y Banryu ya no podía más. Su compañero se empeñaba en estirar su pierna más de lo normal.

Era consciente de que Soo Ho se estaba aprovechando de la situación. La gran sonrisa en su rostro lo confirmaba.

-Vamos Banryu, esto no es nada. Sé que eres capaz de soportar más que esto-dijo con tono burlón, jalando aún más su pierna.

Antes de que este pudiera lanzarle un comentario mordaz se escuchó desde el otro lado de la habitación un grito de dolor por parte de Sun Woo.

-Bien, hora de tomar un descanso-anunció el instructor dando paso a un suspiro colectivo.

Durante toda la semana Banryu había intentado mantener distancia. Sin embargo, le era imposible evitar a sus compañeros durante el almuerzo por lo que tomó asiento en su mesa habitual. Afortunadamente, nadie intentó entablar conversación con él así que comió en silencio.

-¿Por qué estás aquí?-preguntó de repente Soo Ho.

Banryu alzó la mirada, Hansung se encontraba sentado frente a él.

-El maestro Wi Hwa me dijo que permaneciera aquí

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-El maestro Wi Hwa me dijo que permaneciera aquí. Al parecer seré su nuevo compañero de dormitorio-respondió el chico con una sonrisa sin hacer contacto visual con él. Banryu sabía que no le agradaba y aunque aparentaba indiferencia, se preguntaba el motivo del desagrado del chico hacia él.

-Estoy sorprendido, bailas bastante bien-dijo de pronto Yeol Wool. Banryu miró en su dirección, el chico lo miraba fijamente.- Veo que tienes un talento oculto.

Eso sí que lo había tomado por sorpresa. Sin saber cómo reaccionar se limitó a actuar como siempre.

-Cállate y come.

-Está bien.

Los chicos habían sido convocados al gran salón, dónde escuchaban atentos al maestro Wi Hwa.

Hwarang's houseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora