Hwarang's house

09

-Deben convertirse en uno, enseñar y aprender. De esa manera serán capaces de competir contra otros Hwarang y vencer.

El sol era abrumador y Banryu se preguntó quién había diseñado aquellos uniformes tan calientes.

-Esta es la siguiente prueba...-prosiguió el maestro Wi Hwa-como pueden ver cada uno cuenta con una pareja para hacerlo, ¿entendido?

-¡Sí, maestro!-gritaron todos al unísono.

-El hombre delante de ustedes será su guía y ustedes sus discípulos. De ahora en adelante, les darán ordenes como sus subordinados. A veces, necesitaran su ayuda.

La voz del maestro Wi Hwa era fuerte y clara.

-¡De pie! ¡Muestren respeto! - gritó uno de los guardias.

Inmediatamente, uno a uno los aprendices se pusieron de pie.

El rostro de Kang Sung apareció ante su campo de visión. Banryu contuvo un gruñido.

-¿Esperabas a alguien más? -le preguntó el chico con malicia. Banryu se preguntó qué pasaría si golpeaba el rostro de su nuevo discípulo.

- Definitivamente no a ti-se limitó a responder, conteniéndose.

-Yo tampoco te elegí porque quisiera-le aseguró el odioso chico.-Mira, el maestro Young Shil me lo pidió personalmente. Al parecer no confía en que hagas un buen trabajo.

Esta vez Banryu no pudo evitar rechinar sus dientes. Su mandíbula fuertemente apretada.

Hasta el momento no había vuelto a ver a su padre adoptivo ni pensaba hacerlo. Era claro que aquel chico había sido mandado por el maestro Young Shil para dejarle saber lo que le esperaba al regresar a casa.

La lejana voz del maestro comenzó otra vez, pero Banryu ya no escuchaba.

♡

Por primera vez Banryu estaba agradecido de la hora del almuerzo. El ruido del comedor no le parecía tan molesto como tener que pasar horas a lado de el odioso de Kang Sung. Aún le sorprendía su fuerza de voluntad.

Tomó asiento en el lugar habitual. Sus compañeros ya se encontraban ahí.

Banryu fue consciente de la mirada de Soo Ho, pero no dijo nada.

- Lo dejare pasar esta vez, pero no creas que se quedará así-comenzó a decir este.

El día anterior Soo Ho había descubierto la verdad y aunque no lo iba a admitir, se sentía avergonzado.

"-Cielos. ¿Qué tanto bebiste como para que tú, el mejor espadachín de la capital, perdiera?- le preguntaba su padre.

Del otro lado de la mesa se encontraba su hermana Soo Yeon, quién de vez en cuando miraba en su dirección.

-Me disculpo, padre- le respondió tomando la pequeña taza de té frente a él.

El sabor de la manzanilla lo tranquilizó.

-Escuché que Banryu aprobó y tu reprobaste- le informó su padre.

De repente, el té le supo amargo.

-Sí-se limitó a responder mientras posaba la mirada en su hermana-¿Por qué, tú...

- ¡Cielos! - exclamó su padre, llamando la atención del chico. Soo Yeon se veía tan agradecida por la repentina interrupción. Sin embargo, Soo Ho se aseguraría de hablar más tarde con ella. -Bien, puede que hayas perdido en la teoría, pero debes asegurarte de ganar en todo la práctica. Esta es una batalla de orgullo entre el maestro Young Shil y yo, ¿entiendes?