Cuando era pequeño, mi papá solía decirme "KyungSoo, puedes escoger a tus amigos, y puedes hurgar tu nariz, pero no puedes hurgar la nariz de tus amigos". Eso parecía una astuta y razonable observación para mí cuando tenía ocho años, pero resultó ser incorrecta en ciertos niveles. Para empezar, no es posible escoger a tus amigos, o de lo contrario nunca habría terminado con Park ChanYeol.
Park ChanYeol no es la persona más gay del mundo, y no es la más grande del mundo, pero creo que tal vez es la persona más grande que es realmente muy gay, y también la persona más gay del mundo que es realmente muy grande. Park ha sido mi mejor amigo desde quinto grado, excepto todo el último semestre, cuando estuvo ocupado descubriendo el gran alcance de su propia homosexualidad y yo estuve ocupado con -lo juro-frente-a-Dios- un verdadero Grupo de Amigos por primera vez en mi vida, que terminaron No volviendo a Hablar Conmigo Nunca debido a dos transgresiones leves:
Después de que algún miembro de la junta escolar se molestó por los gays del vestuario, defendí el derecho de Park ChanYeol de ser ambos, enorme (y por lo tanto, el mejor miembro de la línea ofensiva en nuestro equipo de fútbol de mierda) y gay, en una carta al periódico de la escuela que yo, estúpidamente, firmé.
Este chico en el Grupo de Amigos llamado Kris estaba hablando de la carta en el almuerzo y, mientras hablaba de eso, me llamó perra chillona. Yo no sabía lo que era eso, así que fue como "¿qué quieres decir?" Entonces, volvió a llamarme perra chillona de nuevo y, en ese momento le dije a Kris que se jodiera, le tiré mi comida encima y me fui. Nadie me dice perra chillona.
Lo que supongo significa que técnicamente yo me fui del Grupo de Amigos, a pesar de que parecía lo contrario. Honestamente, a ninguno de ellos parecía gustarle, pero estaban a mi alrededor, que ya era algo. Y ahora ellos no están alrededor, dejándome totalmente sin compañeros sociales.
A menos que cuentes a ChanYeol, eso es. Que es lo que supongo que debo hacer.
Y a pesar de eso, unas semanas después de que regresamos de vacaciones de Navidad, estoy sentado en mi Asiento Designado en pre-cálculo cuando veo que ChanYeol entra muy tranquilo vistiendo una camiseta metida en unos pantalones de algodón aunque la temporada de fútbol terminó hace mucho. Se ve bien.
Cada día ChanYeol logra meterse milagrosamente en el escritorio junto al mío en pre-cálculo, y cada día me sorprende que pueda hacerlo. Sus piernas son extremadamente largas y tiene que recogerlas tanto que parece un gigante doblado.
ChanYeol empuja su silla, estoy debidamente asombrado, luego se vuelve hacia mí y me susurra muy fuerte, porque secretamente quiere que otras personas lo escuchen: "estoy enamorado". Ruedo mis ojos porque él siempre se enamora cada rato de otro pobre niño nuevo. Todos ellos tienen el mismo aspecto: flacos, sudorosos y bronceados. Lo último es una abominación, ya que todos los bronceados en febrero en Chicago son falsos, y los muchachos que se broncean falsamente -no me importa si son homosexuales- son ridículos.
–Eres muy cínico –dice ChanYeol, agitando su mano hacia mí.
–Yo no soy cínico, ChanYeol –contesto-. Soy práctico.
–Tú eres un robot –me dice.
ChanYeol piensa que soy incapaz de sentir lo que los humanos llaman emoción porque no he llorado desde que cumplí siete años, cuando vi la película Todos los perros van al cielo. Supongo que debería haber sabido desde que leí el título que no terminaría felizmente, pero en mi defensa, yo tenía siete años. De todos modos, no he llorado desde ello. Realmente no entiendo el punto de llorar. Además, siento que el llanto es casi -aparte de las muertes de parientes o lo que sea- evitable si sigues dos simples reglas: 1) que no te importe demasiado y 2) cállate. Todas las desgracias que me sucedieron alguna vez provienen de no seguir alguna de las reglas.
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Tres teorías fundamentales y su auto-destrucción
Fanfiction"Te gusta alguien a quien no le gustas, porque el amor no correspondido puede ser superado de una forma en que el correspondido no". KyungSoo tiene dos reglas en la vida: callar y no implicarse en nada. Aunque podría sumarse una tercera, la cual le...