CUATRO

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Estoy acomodando el Metamucil en las estanterías del pasillo siete cuando aparece TaeYeon. Ella sabe que al imbécil de mi jefe no le gusta que hable con la gente mientras estoy trabajando, así que finge mirar vitaminas mientras habla conmigo. Me está diciendo que hay algo muy inquietante acerca de la palabra "masticable" y luego, repentinamente, el reloj marca las 5:12 y ella decide que es tiempo de hacer preguntas personales.

TaeYeon: ¿Eres gay?

Yo: ¿¡Qué demonios?!

TaeYeon: Está bien para mí si lo eres.

Yo: Oh, bien, porque la verdad es que estaría muy preocupado si no lo estuvieras.

TaeYeon: Solo estoy preguntando.

Yo: Lo noté, ahora puedes callarte y dejarme trabajar, ¿bien? ¿O quieres usar mi descuento de empleados para conseguir algo para tus dolores menstruales?

Creo que debería haber una regla en contra de que alguien cuestione tu sexualidad mientras estás trabajando. Y de todas maneras, no quiero hablar de esto con TaeYeon no importa en dónde estemos. Porque esta es la cuestión: No somos tan cercanos. TaeYeon es el tipo de amiga con la que disfrutas imaginar posibles escenarios del fin del mundo. Ella no es, de ninguna forma, alguien por la cual quiera prevenir que ese fin del mundo suceda. Desde que nos conocemos, hace un año, esto siempre fue un problema. Sé que si le cuento que me gustan los hombres, probablemente dejará de querer salir conmigo, lo que sería una gran ventaja. Pero sé que inmediatamente me convertiría en su mascota gay, y eso es lo último que quiero. Y no es que sea TAN gay, odio a Madonna.

Yo: Tendría que existir un cereal para personas constipadas llamado Metamueslix.

TaeYeon: Hablo en serio.

Yo: Y yo seriamente te digo que te jodas. No tendrías que llamarme gay solamente porque no quiero acostarme contigo, muchos chicos heterosexuales no quieren acostarse contigo tampoco.

TaeYeon: ¡Vete a la mierda!

Yo: Oh, pero el punto es... no te acostarás conmigo.

Ella se acerca y tira todas las botellas que he estado poniendo en filas; por poco agarro una y se la tiro a la cabeza, pero la verdad es que si la descerebro aquí, mi jefe me haría limpiarlo y eso sería un asco. Lo último que necesito es materia gris en mis nuevos zapatos. ¿Saben cuán difícil sería limpiarlos? De todos modos necesito este trabajo, lo que significa que no puedo hacer cosas como gritar, dar vuelta con la tarjeta con mi nombre, usar jeans rasgados o sacrificar cachorros en el pasillo de los juguetes. Realmente no me importa, excepto cuando mi jefe está cerca o las personas que conozco vienen y se comportan extrañamente porque estoy trabajando y ellos no lo necesitan.

Estoy pensando en que TaeYeon volverá al pasillo siete pero no lo hace, y sé que voy a tener que ser amable con ella (o al menos tratar) por los próximos tres días. Hago una nota mental para comprarle un café o algo, pero mi anotador mental es una broma, porque tan pronto como escribo algo, desaparece. Y la verdad es que, la próxima vez que hablemos, TaeYeon va a sacar toda su rutina de dolor y eso solo me va a molestar más. Quiero decir, ella es la que abrió su boca, no es mi culpa que no pueda aceptar la respuesta.

Los sábados CVS cierra a las ocho, lo que significa que saldré a las nueve. Henry, RyeoWook y HyoYeon están hablando de fiestas a las que irán. Incluso John, nuestro gerente de sector, nos está contando que él y su esposa tendrán una noche... -guiño guiño, codazo codazo, empujón empujón... vomito vomito-. Preferiría imaginarme una herida abierta con gusanos arrastrándose. John es calvo y gordo y su esposa probablemente es calva y gorda también. La última cosa que quiero escuchar es sobre ellos teniendo calvo y gordo sexo. Especialmente cuando él lo está haciendo sonar como si fuera todo "guiño-empujón".

Tres teorías fundamentales y su auto-destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora