Al otro día, Dijon, France.
Cuando el taxi se detuvo frente a ese enorme edificio de piedra blanca, se dispuso a abrir la puerta, pero el conductor se adelantó para hacerlo él mismo. Taylor sonrió agradecida, extendió la mano y le dio la paga por el viaje con una gran cantidad de dinero que sobraba. El hombre abrió los ojos sorprendido, segundos después reaccionó y metió la mano a su bolsillo para guardar el dinero, pero no salió con la mano vacía sino con una pequeña flor de papel rosa.
Algo tan sencillo, pero significativo emocionó a la muchachita, no todas las personas en este mundo eran terribles, vivían apurados o estresados por su ritmo de vida, más de alguna podía darse unos segundos para hacer algo así. Quizás Taylor emanaba una tranquilidad y belleza distinta al resto de mujeres, por algo siempre se destacaba dentro de un cúmulo de personas.
Cuando ingresó al edificio de la empresa de su hermana, todos se dieron cuenta de su presencia. Más de alguno corrió a su lado para preguntarle que deseaba, si quería comer algo, si necesitaba acomodarse en el mejor sofá del edificio o cualquier deseo que ella tuviera.
Taylor estaba segura que si pedía que le trajeran un elefante lo harían, cualquiera de los trabajadores en este lugar correría, con tal de complacerla y así asegurarse que la hermana de la Reina del Universo estuviese en las mejores condiciones. Por suerte la muchachita no era de ese tipo de mujeres que abundaban.
Taylor: No gracias, sólo iré al sexto piso para esperar a mi hermana. –El edificio de 6 pisos que por fuera se veía muy pintoresco y acorde al estilo renacentista-gótico de Dijon, por dentro era lo contrario, resaltaba la modernidad y tecnología- No se preocupe.
XX: Señorita Jauregui, si usted necesita a su hermana podemos sacarla de la reunión, tenemos órdenes de ella respecto a hacer cumplir su orden. –Taylor cerró la boca, los 10 empleados que estaban a su alrededor en primera planta parecían preocupados y urgidos por correr donde Lauren y avisarle que su hermana estaba aquí. No le parecía bien que estas personas temieran de ella.
Taylor: Mi hermana desea cumplir mis deseos ¿No? –Asintieron convencidos. Cada uno de los 47 empleados en este edificio sabía que todo valía poco o nada al lado de la hermana de la jefa, así ella lo había decretado con autoridad- Pues mi deseo ahora es ir a esperarla a su oficina mientras termina su reunión. –Alguien iba a insistirle que podían interrumpir la reunión, pero la muchacha negó- Estaré bien, yo hablaré después con ella.
Uno de los empleados la escoltó en el ascensor hasta asegurarse de que estuviera cómoda en la oficina. Cuando así sucedió, Taylor se acomodó en el enorme e imponente asiento giratorio de cuero negro. Miró todo lo que tenía la oficina de su hermana y sonrió orgullosa, pensar que hace unos años habían llegado con tan pocas cosas y ahora estaban en lo más alto. Pero más que riqueza monetaria, a Taylor le gustaría que su hermana alcanzara también la riqueza emocional con todos los demás y no sólo con ella o sus mejores amigos. Miró a un costado y vio la foto que tenía en tamaño grande de, según ella, las mujeres más importantes de su vida. Pero la sonrisa de la muchacha se fue perdiendo cuando se puso a pensar en que el valor de una pareja para Lauren había perdido el sentido desde que llegó a Francia hace 10 años, de hecho la había visto con muchas mujeres, realmente muchas como para recordar una cifra exacta. Aunque estaba segura que si alguien a ella la tratara como Lauren lo hacía con las mujeres, ésta le arrancaría los ojos con sus propias manos.
Taylor: ¿Y qué será de Christopher? –Giró el asiento de cuero hacia la ventana para mirar el perfecto cielo celeste en Dijon, pensando sobre la familia y ese tipo de cosas se acordó de quién alguna vez fue su hermano. ¿Estaría bien? ¿Qué sería de él cuando la empresa de los Lerman había quebrado? De sus pensamientos la sacó una voz familiar, la voz de alguien que se había convertido en una persona a la cual admiraba.
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Cinderella {Adaptación Camren}
FanfictionUna chica rodeada de lujos necesita que la atiendan. Necesita ser tratada como una flor y una reina. Así criaron toda su vida a Camila Cabello. Tenía un atractivo y excelente novio y a diferencia de muchos, ella tenía su futuro asegurado desde antes...