Sólo contigo.

Capítulo 2.

Víctor

- ¿Seguro que estarás bien sin mí? - pregunto, mirando a lo que queda de Lucy.

Está arrodillada en el suelo, con la cabeza metida en el váter, vomitando.

Ha bebido demasiado esta noche, a pesar de las muchas veces que la dije que parara.

Levanta la cabeza y me mira. Está muy pálida y el maquillaje se le ha corrido por toda la cara; tiene un aspecto horrible.

Asiente y hace ademán de decir algo, pero vuelve a bajar la cabeza y vomita de nuevo. Pongo una mueca de asco.

- Vete. Se me pasará. - dice arrastrando las palabras.

- Mañana vendré a verte. Que duermas bien. - digo, aunque está claro que en ese estado le va a resultar imposible pegar ojo.

Salgo del cuarto de baño y camino hacia la puerta del apartamento de mi borracha mejor amiga.

Nada más salir, una chica sale corriendo del apartamento de enfrente y se va corriendo. Creo que va llorando, pero antes de que la pueda preguntar nada, ella ya ha desaparecido por las escaleras.

Decido ignorar lo que acaba pasar, y camino hacia el ascensor.

Mientras bajo, recuerdo que una vez Lucy me contó que enfrente de ella vivía un chico que todas las noches se llevaba mujeres a su apartamento para follar, y que siempre les escuchaba. A mí me hizo gracia, pero luego me dijo que creía que ese chico tenía novia. Puede que la chica que lloraba fuera su novia y hubiera pillado al chico a otra mujer, pero quién sabe.

Una vez que salgo del edificio, me monto en mi moto y me dirijo a casa. En la calle no hay ni un alma, así que decido acelerar un poco más de lo debido.

De pronto, veo a una chica sentada en un banco. ¿Es esa la que estaba llorando? Parece que sí... Me quedo mirándola desde la distancia intentando descifrar si se trata de ella cuando de repente miro al frente y veo a un gato en medio de la carretera.

Intento frenar para no atropellarlo, pero como voy a mucha velocidad, no sirve de mucho. Giro hacia un lado lo más rápido que puedo y acabo saliendo disparado de la moto y cayendo sobre el asfalto.