-¡Estoy harta! - Chillé contra mi almohada. Otra vez. "Odio Woodbury, ¡lo odio!" Grité mentalmente.
Lo sé. Me direis que debería estarle agradecida a mi padre por mantenerme viva y a salvo, pero ya han pasado 2 años. Ha llegado a tal punto, en el que ni siquiera me deja salir de esta casa.
Ya no me sorprendería que convirtiera el armario en mi nueva habitación.
Lentamente me levanto y me siento en mi cama. Me peino el pelo con una mano y decido salir de casa, aunque me esté prohibido.
Bajo las escaleras sin hacer mucho ruido, lentamente. Cruzo el salón y la cocina con cuidado, y, cuando estoy a punto de poner un pie en mi tan ansiada "libertad", escucho la voz de papá.
-¿Ha dónde se cree que va usted, señorita? - Yo me giro hacia él, despacio. Cuando quedamos frente a frente, le sonrío.
-Oh, tan sólo iba a comprobar que... - ¡Mierda, Wells, piensa! ¡Rápido! - Iba a comprobar que las casas seguían en su sitio. - Genial, Wells, eres retrasada. Oficialmente -.Supongo.
-Bueno, ¿y siguen ahí?
-Oh... pues sí. Ya sabes, seguridad.
-Genial, ahora que lo has comprobado, -La sonrisa que tenía hace unos desapareció de su rostro sin dejar rastro alguno - ahora a tu habitación.
Yo agaché la cabeza y subí de dos en dos los escalones, furiosa.
Cuando ya estuve en mi cuarto, cerré la puerta de un fuerte portazo y le puse el cerrojo. Me acerqué a mi ventana, la abrí de un golpe.
-Adiós... Gorbernador...

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The Walking Dead: Los zombies no nos lo impiden...
RandomWells Williams. 14 años, solitaria, alegre y muy dulce. Hija del Gobernador. Carl Grimes. 15 años, solitario, frío y bastante triste. Hijo de Rick Grimes. Un muerto se interpondrá entre ellos.