Danganronpa [ Wattpad ]

Prólogo

Chiemi Kodama era consciente de que ese debía ser su primer día de escuela, sin embargo, no se encontraba preparada para él por una sencilla razón. Llevaba a un buen rato en la cocina de su casa, haciendo lo que mejor se le daba, la repostería. Desde muy pequeña, la chica de cabello rosa pastel había tenido talento para preparar postres, y esperaba que ese talento fuera el que la llevara a cumplir su sueño: Entrar a la Academia Pico De Esperanza.

Aquella preparatoria se encargaba de reunir a un grupo de chicos, todos ellos tenían un talento único. Si lograbas entrar, tu futuro estaba prácticamente asegurado. La escuela era vista como la mejor del país, y sus estudiantes como el futuro de él.

Pensando en ello, la repostera iba de un lado a otro de la habitación, buscando ciertos ingredientes. En el horno había una tanda de dieciséis pastelillos, mientras ella debería estar haciendo el betún. Sin embargo, le faltaba el azúcar glas. No se había percatado de su desaparición debido a que se utilizaba más adelante, pero al andar batiendo con una sola mano, pudo levantar la vista y darse cuenta de que no estaba.

- Juraba haberla visto a la hora de preparar los pastelillos... - murmuró pensativa, tratando de recordar dónde la había dejado la última vez que cocinó.

Fue en aquel momento, cuando dejó de batir, que pudo darse cuenta de algo. El timbre de su casa sonaba repetidamente. Chiemi salió de su cocina, sacudiéndose un poco la blusa color celeste pastel en la cual había un poco de harina.

Cuando abrió la puerta, se encontró al cartero. Se notaba claramente que estaba harto de estar ahí parado esperando a que la chica le abriera la puerta. No era la primera vez que la del cabello rosa se quedaba encerrada cocinando y no oía a las demás personas. Refunfuñando, el hombre le extendió una carta y se fue sin decir más. Definitivamente, no le gustaba ir a esa casa. La repostera tomó el sobre, pero antes de que viera quién la enviaba, pudo percibir el olor que desprendían los pastelillos.

Dirigiéndose a la cocina, pensó en el cartero. Parecía que siempre andaba de mal humor cuando le entregaba su correo. Tal vez sería bueno darle uno de sus pasteles. Así, Chiemi apagó el horno, y continuó batiendo la mezcla. En menos de media hora, tenía hechos los pastelillos. Decidió guardarlos y aprovechó para agarrar la carta que había recibido esa mañana.

- De seguro es de alguna de mis hermanas, hace ya buen tiempo que no las veo... - La de cabellos rosados abrió la carta para encontrarse con una nota que iba dirigida a ella

"Para: Kodama Chiemi

Usted ha sido aceptada en la Academia Pico de Esperanza, bajo el título de Ultimate Confectioner. Esperamos contar con su presencia en la ceremonia de entrada. Ésta se celebrará a las nueve de la mañana del..."

- Uh, espera - Chiemi volteó a ver el microondas, dándose cuenta de la hora. Revisando de nuevo la carta, demoró en asimilar la situación -. Si hoy es el día que me indica la carta, y son las ocho y media... ¡Tengo media hora para ir a la academia!

Tras eso, la chica salió disparada hacia su habitación. Ni siquiera se había tomado un tiempo para celebrar el hecho de haber sido aceptada, había salido corriendo con el objetivo de no llegar tarde. Cogió su mochila en forma de macarrón, y tiró una pila de recetas. Se puso su sudadera rosa, cogió los pastelillos y salió corriendo. No tenía tiempo que perder, ya que el lugar al que se dirigía estaba a unos veinte minutos si es que corría. Agradeció el haberse peinado esa mañana, ya que sino todo su cabello iría directo a su rostro. Su mochila tampoco pesaba mucho, por lo que le era más fácil correr. Y hubiera llegado a la academia de no haber sido por lo que ocurrió en el último tramo.

Ya podía ver el lugar, aún un tanto lejano, cuando sintió un fuerte golpe. Antes de que reaccionara y consiguiera pararse, la misma persona la agarró y la arrastró a un auto. Encerrada en él, la repostera pudo ver sus ojos color violeta grisáceo reflejados, pero nadie parecía transitar por donde ella se encontraba.

¿Lo último que recordaba? Ser golpeada fuertemente en la cabeza.