3
Sin culpa.
Sí, son tristes mis deseos, como todo lo demás.
Como la pintura del cuadro colgado en la pared.
Sí, triste es la canción que grabé para la vida.
Porque es lo único que sé hacer, lo que aprendí a ser.
No sé más. Nada más. ¿Es mi culpa?
Culpa a la maestra de lado al pizarrón.
Que no sabía escuchar las rimas que hacía para la flor.
Que colgaba de una maceta, pintada a mano por el niño aquel,
Que tomó mi mano diciendo "sin querer".
Pero quería, claro que quería.
Sentir vida donde había mucha, y lo dejé.
Dejé que sus dedos nerviosos recorrieran los míos, lo presentí.
Él no se iba a ir. Entonces no lo culpes a él.
Culpa al bus que no pude alcanzar, por mis pasos cortos y torpes.
Como todo lo demás.
Aunque por dejarme el bus pude caminar, y observar lo soleado,
Un mural, con vista al mar.
Nada era tan malo, ese día de julio, año bisiesto y acogedor.
No, no culpes al bus, bien hizo en dejarme. Como todo lo demás.
Sí, culpa al pájaro azul que se escapó de la jaula, que compré para él.
Porque era lo ultimó que podía apreciar de verdad, antes que se olvidara de mí, todo lo demás.
Solo quería ser libre, lo sé. ¿Cuán libre puede ser en la misma libertad?
Unos segundos de felicidad, un respiro sin agonía, pasos largos hacia la meta.
Cadenas sueltas, celdas abiertas.
Carteleras extendidas, con mensajes, para muertos en vida.
¿Significa eso libertad? Si eso es, libre no quiero ser.
No culpes al pájaro, porque él tenía la clave de todo.
Culpa al niño, que no me dejó ir, sosteniendo mi mano hasta el final del pasillo.
Donde esperaba interminables horas de hospital.
Donde un soplo de esperanza veía pasar.
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Escape
PoetryHay palabras mágicas, que cuando las juntas en un par de oraciones comienzan a crear un sentido casi poético. Y eso es lo que se encuentra expuesto en estas páginas: una forma de ver el mundo, una manifestación intensa de las emociones, y una alianz...