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Es injusto el cómo y el cuándo.

El cómo te fuiste sin decir adiós,  el cuándo todo se tiró a la borda.

Nunca esperé que tus líneas acabaran.

Me sorprendí aquella mañana, las tintas dispersas, las plumas guardadas.

Máquina de escribir envuelta,  maletas preparadas.

No me escribiste más poemas en la espalda,  no dibujaste paisajes puntiagudos en mis clavículas desnudas.

Ojalá exista otra persona como tú,  la misma versión de ti.

Que se quede para siempre.

Que no le importe la lluvia ni los días de tormenta,

Para yo darle mi luz,  toda mi luz y llevarla a la cama,

Donde podría hacerla mía hasta que la luna desaparezca.

Es tan injusto...  ¿Por qué te fuiste?

Esa persona podrías seguir siendo tú

Tú  y mil veces tú.

EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora