Capitulo 2: "El temible Seth."

285 18 0
                                    

-No sabía que tan lejos estaba Seth, así que debía de ser paciente, aunque confiaba en sus habilidades y su conocimiento del mundo no estaba del todo seguro de que tanto tardaría, pese a eso esperaba no tardara más que unas pocas horas. En la vida moderna no tenía mucho más que hacer un vampiro de lo que tenía en años pasados y de eso se había enterado desde la azotea de un edificio, la forma de cazeria mortal se había vuelto mucho más sencilla, la ignorancia de la existencia sobrenatural y la preocupación por su seguridad era en verdad ridículo a ojos del vampiro.

-Qué pena, ya nada es tan divertido, antes al menos temían ser devorados... Ahora desean con todas sus letras ser comidos...

-Con la vista al frente, ligeramente agachada no dejaba de ver a los humanos en su típico andar, hasta que de reojo alcanzo a ver un ligero brillo amarillo, sus orbes celestes voltearon en aquella dirección y luego su cabeza los imito, una extraña moneda de oro iba cayendo desde lo alto del cielo y no se detuvo hasta que a su destino llego, poco antes de llegar al suelo esta, se metió dentro de la canasta de un niño, que parecía caminar por la ciudad en busca de quien comprara sus dulces. El suceso lo extraño, tanto que su rostro lo reflejo, no entendía cómo es que esa moneda apareció hasta que vio una luz que desde su espalda se anunció.

-Dar dinero a los necesitados es el más puro y sincero acto de misericordia y amor... Digno de ti, noble y aprovechado Gabriel...

Hablo, con notable molestia. Se giró para comprobar que no estaba solo en aquel lugar, contemplando aquella celeste figura.

-Ellos son de alma pura, no ven oscuridad o maldad alguna... Ni siquiera en los maltratos de sus progenitores. -Respondió sin caer en cólera o provocación alguna, se mantendría distante a las palabras de Caín, que aunque Gabriel lo negara no era capaz de lastimarlo como alguna vez pudo hacerlo.

-¿Entonces porque no darles más? Ese dinero se lo quitaran y otros se lo gastarán... -Se puso de pie y camino hasta él, miro al arcángel a los ojos esperando a que respondiera a su pregunta, aunque estaba seguro no tendría respuesta alguna.

-Se puso un poco más derecho, al ver como el vampiro se acercaba, intentaba intimidarlo lo suficiente como para no verse bélicamente involucrado. - Porque si le doy más, más es lo que van a gastar, además... Ese no es dinero del que a un adulto le pueda interesar... Es una moneda de chocolate.

-El pelirrojo estallo de risa y se alejó de él tapándose la boca, no era capaz de contener sus carcajadas. Su tono era demasiado burlón y apenas podía mantener sus ojos abierto, pero en cuanto se calmó le respondió. - ¿Y esa tontería porque se la das Gabriel?

-Su gesto le pareció muy molesto, frunció de forma tenue su entrecejo y espero, entonces una sonrisa sobre su rostro se formó y gustoso respondió. - Eso es lo que él más quiere, un chocolate para comer, algo que solo a él le puede pertenecer... Algo que solo él puede disfrutar y degustar ¿Acaso te tengo que explicar que era lo que a ti te gustaba disfrutar cuando eras pequeño?

-Se quedó callado y su sonrisa, se borró de su rostro de un sopetón, al parecer en arcángel tuvo mejores respuestas que él.- ¿Qué quieres de mi Gabriel? -Pregunto molesto, deseaba que ya mismo lo dejara en paz.

-Su sonrisa, de igual forma que la del vampiro desapareció, el porqué de su llegada era muy oscuro y significaba que algo muy malo podía pasar.- Caín... La luz, te necesita. El mundo pronto podría verse en una lucha contra la oscuridad, la cual... No podrá ganar.

-¡¿Y eso porque me tiene que importar?! -Se anunció molesto extendiendo los brazos a los lados y su entrecejo se remarcó muy disgustado.

-¡Porque solo tú la puedes evitar, en esta lucha no tenemos flancos que puedan pelear! ¡Pero tú si Caín, tú la puedes derrotar! -Hizo sus manos puño y luego, señalo al vampiro para reafirmar que él debía de ser quien combatiera contra aquella oscuridad de la que hablaba.

Caín: El despertar de un mitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora