Capítulo 5: "De cacería"

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Las tres de la madrugada habían llegado y ambos vampiros descansaban en el departamento de Jack, Caín se veía un poco frustrado e hiperactivo pues no dejaba de pasar los canales de la televisión y de mover su pie de arriba abajo, se sentía con la necesidad de salir a hacer algo y es que su anfitrión le había indicado saldrían en la madrugada aunque desconocía a qué hora exactamente. Se escuchó el abrir de una puerta, la más lejana de donde estaba descansando, la del cuarto de Jack y de la misma emergió este joven con ropas negras de cuero, un Magnum .44 de cada lado de su cintura y una espada sobre su espalda, la katana que anteriormente le había visto usar cuando estaban en la sala con el concejo, dicha imagen le pareció de completo gusto al pelirrojo pues sabía lo que esta indicaba, se puso de pie y con una sonrisa en sus labios miro al albino que ahora no tenía un gesto tan amigable, se notaba se tomaba sus misiones enserio. Estacado volteó a ver a Caín.

–Vámonos... –Anunció y luego bajo por las escaleras para llegar hasta donde estaba Caín. Se fue a la puerta y pasando por esta cerro con llave, ambos se metieron al elevador y bajaron a la primera planta. Salieron del edificio y fuera a mano derecha estaba un auto súper deportivo, un bugatti veyron. Jack se subió en el asiento del piloto y le abrió la puerta a Caín desde adentro, encendió la poderosa maquinaria de aquel costoso vehículo y luego puso su katana en la parte de atrás del vehiculo.

Caín se subió al auto de color negro con detalles color plata, no sin antes darle una ligera mirada pues tremendo coche y tecnología le llamaba la atención más de lo que cualquiera supondría. Una vez adentro volteó a ver al albino quien ya comenzaba a dar reversa y conducir por las calles de la ciudad.

–Jack... ¿A dónde vamos?

–Necesito llenar el tanque de gasolina, luego vamos a ir por información... Pero no nos queda mucho tiempo así que será mejor acelerar... –Voltea a verlo y sonríe malintencionadamente.- ¿Verdad?

–Claro... –Había entendido a lo que se refería y aunque su rostro se mantuviera tan serió como siempre sentía dentro de sí una emoción muy grande por lo que podría pasar en aquella noche ya que hace muchos años que no iba de casería en busca de alimento.

Jack acelero el auto y este respondió de maravilla, pues en unos pocos segundos ya iba a más de 100 KM por hora, el sonido producido por el motor era meramente inspirador e impulsivo así como sentir la velocidad que se incrementaba rápidamente, las curvas las agarraba con fuerza y a altas velocidades, pero el control que poseía sobre su transporte era perfecto haciendo perfecto uso de los frenos y la palanca de velocidades derrapaba al coche solo lo suficiente para pasar la curva sin perder gran velocidad y de esa forma recorrer las calles de la ciudad burlando a la policía quienes al ver los kilómetros alcanzados ni siquiera hacían el esfuerzo por ir detrás de ellos. Tras unos minutos de conducción acelerada Estacado bajo la velocidad del vehículo y dio vuelta entrando a una gasolinera, se bajó del mismo, cerró la puerta alejándose no sin antes mirar al que atendía.

–Llena el tanque...

El hombre que atendía se acercó al coche y luego volteó a ver a Jack.

–¿Con gasolina de la buena?

El vampiro se detuvo de golpe y volteó a ver al hombre.

–Mira de nuevo ese auto... Y te responderás solo... –Regreso la vista el frente y camino hasta los baños de la gasolinera donde un hombre de apariencia criminal ya lo estaba esperando. [Caín estaba usando sus sentidos superiores para escuchar la plática de Jack desde el auto]

El sujeto volteó a ambos lados y con una enorme sonrisa avanzo un poco para saludar a Jack muy animado y ofreciendo su mano para chocar los cinco.

Caín: El despertar de un mitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora