La Espada Sagrada

El Templo Divino (Parte 2)

Sumergidos en una gran penumbra, con solo una antorcha, Scroffi sacó empuñadura su espada apuntando a Ercasam.

Ercasam sin embargo parecía feliz; con su única boca saliente de un ojo central y chorreando sangre hablo por segunda vez:
"Eres fuerte jovencito, eres de buen corazón y noble, pocos como tú, Ahhhh, hay una excepción"

Scroffi: ¡No caeré con tus vil patrañas y engaños mounstro del demonio!

Ercasam: "Si superas que este mundo es inmenso, basto, amplio, hay varios como este, si, ahora bien, Los bondadosos como tú son fáciles de caer derrotados, el mal los atrae; ¿Porque luchas?, ¿Solo porque un gobernante te lo ordenó?.

Scroffi: ¡No caeré ante ti mounstro infernal!

Fue ahí cuando Scroffi usó la espada y arrancó una de las 6 patas de Ercasam.
La batalla comenzó, Mina observaba como la pelea daba inicio brutalmente, usaba la antorcha para alumbrar la penumbra que había ahí.

Mientras Ercasam gritaba de dolor por su pata, scroffi subió por la otra hasta que llegó a arriba, se abría paso entre los muchos ojos que había en el lomo de ercasam.
Rápidamente ercasam uso otra de sus patas, una en específico donde tenía una especie de tenaza (como los cangrejos de mar), así que con esa pata lo atrapó y lo apretó fuertemente, estrujaba y estrujaba como si el relleno de un pan se tratase.

Ercasam: ¡Insignificante Sabanija! Morirás ahora o luego, pero morirás.

Así ercasam lo estrujó y aventó por los aires a scroffi. Este cayó agotado en el suelo, fatigado y sin aire.
Ercasam rápidamente se a acercó corriendo, así que scroffi se cubrió con su escudo.
Ercasam golpeó con cada una de sus patas el escudo tratando de romperlo, muchos golpes uno más fuerte que el otro, unos empujaban a scoroffi pero ninguno logro romper el escudo.

Fue en eso que scroffi rodó hasta llegar por debajo de su torso y logró encajar su espada.
Una vez más Ercasam Grito del dolor, al igual que muchos de sus ojos se dilataban, unos lloraban y otros su color cambiaba a rojo, pero aún seguía en pie.

Ercasam Golpeó repetidas veces el suelo dando "pequeños terremotos" en el lugar, haciendo que pedazos del techo se colapsaran.

La batalla se veía cada vez más reñida y solo podía haber un ganador.

Scroffi aventó su escudo al ojo central del cual salía la boca de ercasam, provocando que se tambalea en el lugar.
En ese preciso momento scroffi aprovecho y con las pocas fuerzas corrió empuñando la espada, para cortar cada una de las patas de ercasam, una tras una se desprendían de el arácnido infernal que se retorcía del dolor.

Cuando cayó la última pata, ercasam cayó al suelo con solo su torso inmóvil, grito y grito de dolor repentinas veces, no solo el dolor físico sino que fue scroffi el único entre los dioses y los humanos que logro derrotarlo.

Ercasam: Tu!!!, Tu caerás por tus actos, los dioses me traicionaron, ¡¿Crees que yo quise este dolor?!, Zeus me engañó!, y lo harán a ti!

Scroffi uso la antorcha que sostenía la aterrada Mina, y la arrojó al caído cuerpo de Ercasam, este agonizó por última vez, con un estruendoso girto.

Scroffi Miró la hoguera liberado del sufrimiento que pasó. De pronto la cola de ercasam salió del fuego, una cola donde en la esquina había un aguijón de escorpión. el cual fue directo a Mina, la cual aterrada no reaccionó y fue gravemente herida.
Sus ojos estaban en blanco, su boca seca, su cuerpo cayó inconsciente.

Scorffi corrió y la cargó, la acercó a su pecho y corrió dejando atrás el moribundo cuerpo de ercasam ardiendo al igual que los huesos y vegetación del lugar.

Corrió por el estrecho pasillo hasta la salida del templo