¿qué sentido tiene todo cuando estamos muertos?
cuando cuesta caminar
porque el alma pesa más de lo que debería,
cuando la tristeza se vuelve algo real.
y no extraño pasar todo el día en la cama:
amanecer y atardecer sucediendo en un segundo;
mientras mantengo los ojos fijos en el techo
y la radio sigue emitiendo ruido blanco.
la cama sin frazadas,
sin sábanas,
un colchón áspero y
un vaso de agua metido en el espacio entre la cama y la pared.
parece tan cliché,
pero es tan real cuando el mundo exterior pesa,
cuando las voces de los demás
te estallan en la cabeza.
los detalles son los que me hunden,
las pequeñas cosas que noto a mi alrededor;
como cuando dos personas hablan entre sí y me miran
y sé que algo malo en mí encontraron para querer tanta confidencia.
duelen profundamente los secretos,
las críticas,
los abrazos que terminan en puñaladas.
duele sólo cuando provienen de gente querida,
de amigos y familia,
de personas que no esperas
que te causen tanto dolor.
a veces soy frágil,
a veces me hundo por cosas
que viven en mi imaginación.
trato de cuidarme de que me pese el alma otra vez.
