|QUINCE|

2.4K 238 18
                                    

Marta se acercó a la mesa con batidos, se veían ricos. No noté que Jimin vino hasta que ayudó a Marta a traerlos, ¿pretende hacerse el bueno delante de ella o qué?

- ¡Coged un batido cada uno! ¡Yo invito! - dijo Mata riendo.

- Oh ¡gracias! - agradecimos Jungkook y yo ya la vez, nos miramos como si nuestras mentes conectarán o algo antes de reír un poco

- Gracias por ayudarme Jimin - dijo Marta.

- No hay de que preciosa, todo sea por ti - no sabía que era más rojo, si el batido de fresa o Marta

- No sabía que ahora eras tan romántico Park - añadió Kook riéndose.

- Todo sea por Marta - argumentó Jimin mirándome con notoria burla.

Y como soy medio lerda bastantes celos se hicieron presentes en mí. Bebí un poco de batido de chocolate que cogí agradeciendo mentalmente que estuviera tan delicioso como suponía, al menos la bebida no me decepcionaba como otros...

- Seung tienes un poco de chocolate en tus labios - dijo Marta.

- Es verdad, espera, yo te lo limpio - dijo Jungkook pasando su pulgar por mis labios para limpiarme.

- Gra-gracias... - creo que dije medio lerda, me equivoqué, soy lerda completamente, acababa de tartamudear por Dios, alguien que me mate ya por favor.

A los pocos segundos de dejar de lado mi estupidez me di cuenta de que era hora de tomar las riendas del juego, era mi turno de dar celos. Me acerqué rápidamente a él, le di un beso en la mejilla lo más tierno posible y agarré su mano de nuevo.

- ¡Estamos en un sitio público! - dijo Jimin borrando su sonrisa.

- No seas así Jimin solo fue un beso en la mejilla, ni que estuvieran... bueno déjalos - dijo Marta divertida.

Hablamos durante un rato, Jungkook y yo nos sostuvimos agarrados de la mano, Kook estaba muy cariñoso, realmente me esta ayudado mucho. Él y yo decidimos ir a dar una vuelta por el parque antes de ir a casa.

En el parque habían demasiadas personas para mi gusto, pero con Jungkook y sus chistes malos no me era desagradable. Estábamos hablando para conocernos más, era muy divertido pasar el rato con él, me sentía muy a gusto, y no podía negar que era muy atractivo

- ¡Ey!

- Dime Kook.

- Me encanta como suena mi apodo con tu voz -  me reí ante su comentario - Bueno, a lo que iba, _____ ¿quieres ser mi novia... - no le dejé terminar.

- Eh, yo, Kook... Tengo que decirte que es solo un juego y yo no siento lo mismo por ti - dije muy rápido y nerviosa, no sabía como reaccionar y no quería que nadie saliera malherido de esta estupidez.

- Oye, tranquila, respira- dijo riendo - lo que quise decir es que como he aceptado ayudarte con tu juego, podríamos fingir ser novios, ¿no crees?

- ¡Jungkook! - dije dándole un golpe en la espalda.

- ¡Tendrías que haberte visto la cara!

- Eres terrible... Pero sí, acepto - concluí riendo.

- Cambiando de tema, a pesar de que me acabas de friendzonear, yo se que sientes algo por mí, sino no hubieras aceptado - dijo con una sonrisa de pillo.

- ¿Por qué siempre entiendes lo que digo para tu beneficio Kook?

Pasamos por delante de unos chicos y pude notar que me estaban mirando no le dí mayor importancia pero sentí como Jungkook me abrazaba por la cintura y me acercaba a él.

- Ahora que eres mi novia te tendré que cuidar -  susurró en mi oído y rió levemente.

¿Por qué no me puedo quedar con Jungkook y dejar de pensar en Jimin, estúpido corazón? Miré hacia atrás y los chicos ya no me estaban mirando, como si Jungkook me hubiera hecho invisible de la nada.

Llegamos a casa sin darnos cuenta, ya era casi de noche y queríamos entrar rápido, sin embargo vi a mi odiosa vecina acercándose a nosotros, cosa rara porque nunca lo hacía... En el instante ene el que a mi mente le dio por funcionar me di cuenta del porqué y no lo iba a permitir.

- ¡Seunggie! Hace tiempo que no te veo - movió su corta melena planchada hacia ambos lados, se veía muy arreglada, ¿irá a algún sitio?

- Hola... ¿Cómo te llamabas? Rosa, Roseta... Roselina...

- ¡Rosé! ¡Me llamo Rosé!... ¿Y quién es tu amigo? ¿Tu hermano? Nunca lo había visto por aquí - dijo mientras se lo comía con la mirada.

Claro, mi hermano, ¿no ves cuánto nos parecemos idiota? Él tan alto y yo tan bajita, sus ojos rasgados y los míos grandes, yo medio morena y el tan blanco... Mellizos eramos, pendeja.

- Él es Jungkook y es mi novio - dije cogiéndole de la mano y acercándome más a él - así que piérdete y no te lo comas con la mirada, que tiene dueña - ¡Alerta por subnormal! ¿¡Por qué he dicho eso!?

Dejé a Rosé con la palabra en la boca y me llevé adentro a Jungkook de la mano. Mi cara era un tomate, no debería haber dicho eso, algún día me pondré fiso en la boca para ver si dejo de decir cosas tan absurdas

- Eso fue raro - dijo nada más entramos - ¿Quién era?

- Una vecina, al parecer desesperada por conseguir novio.

- Ya veo, ya - dijo riéndose.

Hoy me di cuenta de muchas cosas sobre Jungkook, pero lo que más destaca de él es que es un chico muy risueño, alegre y su risa es muy agradable.

Fuimos a la cocina a por agua. Al rato sonó el timbre, supuse que era mi madre ya que ella aún no había llegado, así que dejé a Jungkook sirviendo agua y fui a ver quién era. Al abrir la puerta vi que mi madre no era quien timbraba, sino Jimin, el cual entró como si fuera su casa.

- ¿Por qué? - preguntó él, ¿tengo cara de adivina? Ah ya sé, pensó que la bola de cristal de adorno era real.

- Porque un gato cósmico entró por la ven... - me interrumpió.

- ¿Por qué le besaste en la mejilla? -Ah, eso

- Porque eso hacen los novios, Jiminnie - respondió Jungkook apareciendo por la puerta de la cocina

- ¿Novios? No mientas, Jeon - dijo Jimin intentando fingir un risa mientras se le hacían notorias las venas del cuello, es decir, se estaba enfadando.

- No miento, mira.

Observé a Jungkook caminar preguntándole con la mirada que iba a hacer, pero cuando me quise dar cuenta sus labios estaban pegados a los míos, los cuales se empezaron a mover al igual que los míos, abrí mi boca dándole total acceso a mí. Continuamos besándonos hasta que nos quedamos sin aire. Por un momento se me había olvidado por completo de la presencia de Jimin, cuando le mire estaba mirándonos sorprendido.

De un momento a otro cogió del cuello a Jungkook y lo tiró al suelo - Ten cuidado Jeon... ¡Ten mucho cuidado! - le gritó enfadado, le dio un puñetazo antes de dirigirse a mí mientras me apuntaba con el dedo y caminaba en mi dirección.

- Esto no quedará así, esclava.

Se fue dando un portazo, yo solo estaba quieta en mi sitio mirando a un punto fijo sin decir ni hacer nada. Esta vez había enfadado a Jimin de verdad. ¿Cómo arreglaré esto? ¿Qué me hará Jimin? ¿Mamá sálvame...?

Una simple amenaza • P. J • [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora