CINCO

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No había nadie, el departamento estaba destrozado, todo tenia una atmósfera muy tétrica, temía que le hicieran daño a Luna, si algo le sucediera jamas me lo perdonaría, era mi única familia, y solo tenía 11 años, ha un es muy joven.
Comencé a revisar el departamento, su habitación, los armarios, en la Cocina, debajo de las camas, en cualquier lugar en el que se pudo haber ocultado.
No la encontraba.
En lo único que podía pensar era en que el comandante se la llevara y le hiciera algo, o lo peor, que la utilizará como rehén para obtener la información.
Continúe mi búsqueda pero no obtenía resultados, comenzaba a entrar en pánico.
Recordé nuestro escondite secreto, el cual utilizábamos para jugar, no era mas que un pequeño elevador el cual se encontraba clausurado desde hacia años.
Decidí buscar allí, moví el sofá que lo ocultaba, abrí la puerta, y...
Estaba Luna.
Hecha un ovillo, con el rostro enrojecido por la fiebre, sumida en un profundo sueño, su respiración era acelerada y su pulsación era rápida, la tome entre mis brazos y toque su frente.
Su fiebre era alta.
Si no la bajaba rápido la salud de Luna podría empeorar, pero no había tiempo, tenían que salir de París, y buscar algún lugar seguro.
-Tom, ¿Como te sientes?
-Un poco bastante agotado pero, creo que soporto una carrera de mas.- Dijo Tom casi jadeando.
-Bien, por que habrá otra, parece que el Comandante ya revisó este lugar, tenemos que salir de aquí, los tres.
-Bueno, si esa es tu decisión creo que deberías de despertar a tu hermana.
-No creo que sea buena idea.
-¿Por que no?
-Si no sabe que pasa, se rehusara a salir de aquí sin una explicación.
-Creo que debí hacerlo, no se que rallos esta pasando aquí, y aquí estoy.
-Si, lo se, gracias Tom.
-Bueno, a no ser que tengas súper fuerza, no creo que puedas cargar a tu hermana por tanto tiempo, dejame ayudarte.
-No me subestimes, no sabes la infinidad de veces que la e cargado.- Mientas decía eso comenzó a sonar mi celular, era un numero privado.
-Bueno, ¿Quien habla?
-Hola, señorita Scarlet Hotson, probablemente sepa quien soy, pero tal vez no, no tengo la intención de asustarla, pero si no quiere morir por culpa de la B.A.H, le recomiendo que me escuche, bueno, de echo la estoy viendo ahora mismo.
-¿Quien eres?
-Bien, digamos que un amigo mio, envió una grabación de cuando peleaste con el, y te dio algo, bueno, lo descargaste básicamente.
-Por lo que dices, eres un hacker, y no se por que me da, que eres Darckness, o ¿me equivoco?.
-Como me lo esperaba de ti, emm si, es extraño ya que nadie sabe quien soy, pero... la B.A.H me quito algo muy valioso, lo cual, no se puede recuperar, y la  información que tienes en tu poder me puede ayudar... en fin, es una larga historia.
-Exactamente que quieres.
-Bien, si aceptas, me encargare de que no los encuentren, tendrán que venir a Rusia, interesante ¿no?, cuando lleguen les diré como llegar a donde me escuntro, para hací, desenmascarar  los planes de la B.A.H, que dicen ¿Aceptan trabajar conmigo?
-Solo, una cosa, ¿Estamos a salvo trabajando contigo?...
-Por supuesto, estas tratando con el mejor hacker del mundo, que nadie a logrado atrapar, y aun así dudas de mis habilidades.
-Dudar de tus habilidades, por supuesto que no, has dejado vacías mas de 120 cuentas bancarias, y como lo dices no has sido atrapado, a lo que me refiero es si estaremos seguros contigo.
-Buen punto, pero pueden confiar en mi, no crees que si estuviera con la B.A.H, ya les habría dado tu pocision hace horas.
-Eres astuto, bien, solo una cosa.
-Dime.
-No tenemos ni un euro para pagar tres boletos de avión, y menos hacia Rusia.
-¿Eh? por eso no te preocupes, que yo me encargo, entonces, ¿tenemos un trato?.
-Bien.

Hacking The SystemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora