SEIS

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Los tres salimos del departamento, si lo que Darckness decía era verdad no corríamos peligró, alce la mano para parar un taxi el cual automáticamente se estaciono a un lado de nosotros.
Primero subí a Luna, recostándola sobre el respaldo del asiento, seguido de eso subí para colocarme a un lado de ella, y hací protegerla en caso de que algo ocurra.
Al último subió Tom, como buen caballero que es; cerro la puerta con brusquedad.
-Al aeropuerto por favor.
-Por supuesto.
-Gracias.
-Scarlet, la llamada de hace un momento ¿Quien era?- Dijo Tom con un tono nervioso.
- Te... lo explico luego-. Dije mientras cruzaba mis brazos, intentando calmar mis nervios, de solo pensar que puede ser una trampa, o no, se me eriza la piel, de poner en riesgo a Tom y a Luna, si les pasara algo...
-Scarlet, sabes que puedes contar conmigo, pero, por favor dime que esta pasando, para saber a que nos enfrentamos...
-Tom... de verdad, te lo digo en el avión.
El tiempo perecía ser mas lento, mis pensamientos se arremolinaban en mi mente, no podía dejar de pensar en que los estoy poniendo en peligro, cualquier paso en falso podría acabar en consecuencias irreversibles, pero, si había oportunidad de escapar, no tenia que desaprovecharla.

Todos permanecimos en silencio, solo podía escuchar el tamborilear de mis dedos, y el pasar de los autos, casi llegábamos al aeropuerto.

-Señorita, a llegado a su destinó.- Dijo el viejo taxista, mientras extendía su mano para recibir el pago por el servicio.

Comencé a sacar mi cartera, cuando Tom ya había pagado al taxista; solo me miró victorioso y con un aire superior al a ver sido mas rápido.

Tom bajo primero, después baje tomando a Luna entre mis brazos.

Comenzamos a caminar hacia las taquillas para comprar los boletos.

De pronto llego un mensaje de texto al celular.

De pequeña lo tienes, en la actualidad lo mantienes, y hasta la muerte lo llevas.
Usa este nombre para comprar los boletos.
Mariana Hallen
Att. La obscuridad

Era lo único que se encontraba, especulando, creo una identidad falsa que usaría de hoy en adelante, pero...¿Y Luna y Tom?

Intente marcar al numero, pero estaba bloqueado.
Caminando lentamente, llegue a la taquilla para comprar los boletos hacia Rusia.

—Buenas tardes, ¿En que puedo ayudarla señorita?- Parece que no han puesto anuncios de "se busca", no parecía haber señales de ello en el tono amable de la empleada.
—H-hola, este... Tengo que comprar tres boletos a Rusia.-Dije intentando sonar lo mas natural y menos nerviosa posible.
—Claro señorita, ¿Podría darme su nombre y su tarjeta de identidad? Por favor.

—S-si, no hay problema, emmm mi nombre es Mariana Hallen...- di un pequeño vistazo hacia Tom, quien sostenía en sus brazos Luna, que aun estaba con los efectos de su fiebre alta.

—Señorita... Su identificación por favor.

—Eh, si claro, a-aqui esta.-Dije mientras la sacaba de mi bolso, estaba temblando, tenia miedo que nos descubrieran; si darckness nos engaño, estamos perdidos.

—Bien, ¿Trae equipaje?, para agregarlo con el monto de los boletos.
— Eh, no, lo enviaran por... Mudanza mas tarde, como nos mudamos y son muchos muebles, por eso no traemos equipaje.- Dije inventando una excusa que hasta yo misma me la creí.
—Bueno, entones solo queda elegir su vuelo, y sus asientos.
Después de eso, comencé a calmar un poco mis nervios; nunca pensé llegar a mentir para salvar mi vida y la de Luna, pero hay cosas que no se pueden evitar.

—Señorita, disculpe la pregunta, pero ¿Se encuentra bien? Ha estado temblando desde que llego.

—Este, si, es...es la primera vez que subo a un avión. -Dije, mientras mis nervios se crispaban nuevamente.
—No se preocupe, ya vera que no sentirá cuando aterrice. - Dijo la empleada, dirigiendo una amable y cálida sonrisa.

El vuelo salia en una hora, nos dirigimos al anden en donde abordaríamos el avión, para ir a Rusia.

Sin embargo, un fuerte presentimiento me invadía, pero no lograba saber si era bueno o malo.

—Tom... ¿Comó sigues?-pregunte preocupada por su estado de salud.
—Bueno... E pasado peores, solo que en este instante no logro recordar ninguna, creo que sigo bajo el efecto del somnífero. - Dijo pasando una mano por detrás de su nuca, mostrando una amplia sonrisa en su rostro pálido.

—Me alegro que estés mejor. - Dije mientras dirigía mi mirada hacia Luna, quien estaba recostada sobre mi hombro.
Parecía ser que por el tiempo que a transcurrido y que la temperatura a disminuido, la fiebre a bajado notablemente, lo cual me tranquilizó bastante.

—Pasajeros del vuelo #647 hacia Rusia, favor de prepararse para abordar. -Se pudo escuchar a través de un altavoz.

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