Desastre no era exactamente la palabra que Morty tenía en la mente. Era peor, como si la peor de las catástrofes hubiese cobrado venganza dentro de esas cuatro paredes, de hecho, era sorprendente que aun tuviera forma de algo.
Líquidos extraños bañaban la habitación con un verduzco rojo, trozos de cuerpos aun agonizando emanaban fluidos visiblemente tóxicos, el coloreado con sangre, humana o no, regalaba una pintoresca obra maestra de decadencia. Como si hubiesen planeado colocar cada cosa de manera delicada.
Inequívoca.
El extravagante y tosco traje anti radiación de Rick le entallaba a una medida extrema, como si sólo mirar aquel lugar fuera peligroso, y en verdad lo era; pero aquel sencillo mandil de limpieza de Morty decía lo contrario. Así fue, Rick se proveyó el mismo de precaución antes de entrar, mientras que todo lo que le dijo al chico fue -¿No te vas a poner tu delantal?-
El niño tenía tanta emoción que no dudó en hablar todo el rato, el mayor no tenía ni idea del sentido de la socialización, y esa vocecilla se hacía cada vez más molesta ante sus oídos; no dudó un instante en reprenderlo, advertirle, que si no se callaba de una buena vez, lo regresaría a la guardería pero no sin antes hacerle un experimento horrible.
Morty lo tomó en broma en principio, pero tardó tan sólo unos segundos en realizar que Rick Zero no bromeaba. Que nunca lo haría. Así que la limpieza fue en silencio sepulcral, con tan sólo frases sencillas como –Pásame el anti parásitos / ven y barre aquí...- siempre del adulto, pues el chico tenía prohibido incluso responder.
Afortunadamente la sustancia que creó Rick para limpieza extrema era muy buena, y hacía más rápido el asunto; a pesar de que no lo minimizaba. El humo de ácido y cloro no restaba el raspar la piel quemada del techo, o deshacer la 'comida' que se escondía detrás de los tubos de ensayo y las lámparas.
Era muy temprano en la mañana, porque está de más decir que no durmieron en toda la noche. Apenas si llevaban la mitad y Morty había caído rendido en la primera superficie limpia que vio; no tardó en ser zarandeado por el mayor para que despertara y se pusiera a trabajar. Quedaba un sinfín de cosas por terminar, y apenas si habían logrado enterarse de que la pintura original de la pared era azul. Ambos se preguntaron cómo sería el resto de las paredes; las de los 5 pisos del subterráneo.
Cuando Morty no pudo más pidió piedad con un quejido de cansancio. Tampoco era como si Zero fuera un demonio, le dejó bañarse y descansar en su cuarto, pues el cuarto que le pertenecía a su antiguo Morty, (aquel que le robaron y en un intento de justificarlo mintió a sus padres diciéndoles que se escapó con su novio gay y que no volvería) estaba ocupado por las importantes cosas de navidad.
Esa era otra de las razones por las cuales Rick Zero no quería quedárselo, ni si quiera estaba seguro de querer vivir él en esa casa, no podía llevar a nadie más.
No supo más de él hasta medio día.
...
La sala vacía era un santuario, en especial con aquel maratón de 'Las tragedias más tristes de la historia' que Rick estaba viendo con media sonrisa burlona. Unos ligeros pasos en las escaleras de hicieron oír, calcetines sin duda.
No dirigió su mirada al barandal, tampoco hubo sonido alguno hasta después de un par de minutos, que seguramente para Morty fueron horas.
—Rick... ¿P-Puedo decirte algo sin que m-me cosas la boca?
El aludido evadió la pregunta como si nunca hubiera sido hecha, y un gruñido del estómago del menor estremeció el ambiente. Seguramente era por llevar casi dos días sin comer.
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-. C O R R U P T U S .-
FanfictionSuper Fan Morty es un chico con un pasado trágico y un destino horrible, su adoración por Rick es lo único que lo mantiene estable. Algo está pasando en la Ciudadela, los Ricks desaparecen sin ningún motivo. La rebelión de los Mortys está aquí. ZERO...