—Estarás bien mientras estés conmigo— la imagen de Rick Storage parecía tan distante, podía oírla a lo lejos aunque lo único que veía era una figura borrosa y oscura acercarse a él, como si estuviese hablando bajo el agua.
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Despertó hecho un mar de sudor, tenía la respiración agitada, y estaba dudando si había estado llorando o no, pues sentía las mejillas húmedas sin poder distinguir entre lágrimas o transpiración.
Pronto un balde frío de realidad lo golpeó en un instante, haciendo que con urgencia mirara a un costado de su cama, allí reposaba una delgada figura que respiraba entrecortado. Ahora lo recordaba, la noche anterior –en realidad, madrugada- lo había sacado de aquel maldito lugar.
Apenas llegó a su casa lo primero que hizo fue bañarlo, no es que el muchacho necesitara ayuda con esto, pero sí que se dejó hacer. Lo sacó del carro aún en esa manta improvisada y lo llevó directo a la bañera; sintiendo en el camino lo ligero que era, la mirada tímida que le regalaba cargada con esa extraña sensación de confianza.
Cuando pudo verlo con calma, notó que tenía un arete extraño en la oreja izquierda; era un chip manipulador de alta seguridad, y a juzgar por su estado ya era viejo. Se lo quitó de inmediato, pero el efecto sedante que distribuía ese objeto por su cuerpo tardaría algunas horas en diluirse.
El agua tibia de la tina cubrió hasta la cabeza al menor, -quien se había hecho un ovillo en una orilla- Morty dudó en lavar su cuerpo pero terminó haciéndolo para limpiar la sangre de lo que ahora reconocía, como mordidas salvajes escondidas entre sus muslos.
Tiny Rick se cubría con vergüenza lo mejor que podía a pesar de que no había dicho una sola palabra desde su estadía en aquella casa, sólo se limitó a pequeños quejidos cuando sentía algún dolor.
Morty terminó lavándolo de igual manera.
Toda la ropa allí era muy grande, la ropa para los Ricks –ancianos- de la guardería era enorme; y su propia ropa le quedaba como camisón al más joven. Decidió dejarle algo suyo aunque estuviese holgado.
Cuando el mayor terminó de vendarlo lo llevó directo a la cama –pues después de haber lavado su boca de los restos de semen de alguien más, no consideró que el niño estuviese en humor de comer-.
Nunca se rindió en ninguna actividad, no paró de decirle que todo estaba bien y que era un chico muy fuerte; y el menor, aunque no le respondía sus palabras de ánimo, le dejaba ver media mueca, símbolo de que lo estaba escuchando.
—Aquí puedes dormir. — Decidió acostarlo en su cama, él podía quedarse en el sillón —Mañana puedes tomarte el día, no es necesario que salgas si no quieres.
—...—
—Te juro que no es una trampa, Rick, nadie te molestará esta noche— suspiró, tomando el pestillo de la puerta para salir de su cuarto, sin poder despegar los ojos del otro par.
—... N-no... ¿no te quedarás conmigo? — habló tan bajo, que Morty apenas si pudo creer lo que estaba oyendo —¿N-no podrías quedarte conmigo?
—Seguro, si eso te hace sentir mejor...— regresó a la cama despacio, encontrando tierno como el menor se hacía a un lado para darle lugar.
—¿Morty?— el mayor le miró con nerviosismo, no quería que desconfiara de él —Gracias.
El corazón del fanático no pudo contener la emoción e instintivamente lo abrazó despacio, nuevamente el chico se dejó hacer, quizá el suero manipulador no se había dispersado del todo.

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-. C O R R U P T U S .-
FanfictionSuper Fan Morty es un chico con un pasado trágico y un destino horrible, su adoración por Rick es lo único que lo mantiene estable. Algo está pasando en la Ciudadela, los Ricks desaparecen sin ningún motivo. La rebelión de los Mortys está aquí. ZERO...