—¡No Emma! Qué tal si me odia.
Justin se había quedado con los chicos, aproveché para llamar a mi mejor amiga para contarle mi gran acción del día. Cinco minutos y ¿qué hacía ella? Regañarme.
—Pero no… Yo pensé que no sé, había dicho algo malo.
—¿Por eso querías ver la entrevista?. —Preguntó Justin desde atrás.
No quería voltear y encontrarme con su fría mirada, el tono de su voz hizo estremecer mi cuerpo creando latidos rápidos en mi corazón.
—Emma te llamó después — terminé la llamada. Aventé mi celular sobre la cama volteando hacia Justin.
—¿Por qué pensaste que había dicho algo malo? —Preguntó relajado pasando una de sus manos entre sus cabellos dorados. Dio unos pasos hacia a mí pero no tanto para estar pegados. —No te he dado razones para que pienses eso.
—Lo sé, no pensé que habías dicho algo malo de mí sino que… ¿Me perdonas?
No tenía una excusa válida, pero debía decir algo.
—Sí princesa — Sonrió — Ahora dame un abrazo.
*
—¿Traes tu traje de baño? —Le preguntó Pattie a Jazzy.
—Sí, se lo llevo en la bolsa de playa — respondió Erín poniendo en su hombro la bolsa de destellos. — Justin y Jeremy ya están allá.
—___ cariño…¿ya estás lista? —llamó Pattie desde la puerta de salida.
—Solo agarro mi toalla.
Tomé una toalla de las rejillas del baño, jalé las cremas que ocuparía cuando saliera del agua. Justin y su familia habían decido parar en una de las playas más privadas en las áreas de Miami. Sólo nos quedaríamos cinco días porque después teníamos que ir hacia Monterrey.
Caminé junto con Pattie, Erín y los niños en el pequeño camino de piedras que llevaba a la orilla de la playa donde se encontraban Justin, Ryan, Alfredo y Jeremy.
El sol no estaba tan fuerte, se podían distinguir los opacos rayos de sol deslumbrar hasta el fondo del mar, la arena estaba caliente pero nada le quitaba el color bronce brillante. Los chicos ya estaban dentro excepto Jeremy quien le saludó a su esposa junto con sus hijos.
Pattie colocó las maletas que tenía en el suelo sobre una sábana azul para después sentarse en unas de las camas de playa que había, imité la acción de Pattie pero sentándome en otra a su lado izquierdo.
—¿Extrañas a tú mamá? —Preguntó Pattie de la nada.
—Un poco —respondí honesta. —Siempre he estado junto con ella, es extraño no estar a su lado. —Añadí, Pattie sonrió y miró hacia su familia.
—Es complicado ser la novia de mi hijo, supongo — Dijo — A veces deber sacrificar algunas cosas.
—eso es lo que me da miedo, ¿Sabe? — Musité —tengo miedo a no ser capaz de hacerlo.
—Cariño recibiste una bala por él…
—Lo sé.
—¿Lo quieres mucho?
—Desde casi dos años. —Contesté segura — Aún recuerdo cuando lo veía desde mi computadora y me emocionaba como una nenita al verlo.
—¿Qué hacen mis dos chicas favoritas? —Preguntó Justin llegando hacia nosotras.
—Estaba platicando con ____.
—Sobre…
—Mi mamá, sobre tí. —Hablé antes que Pattie. — Cosas de mujeres.
—¿Qué decían sobre mí?
Pattie negó poniéndose de pie para caminar hacia la orilla de la playa. Justin se encogió de hombros y ocupó el lugar donde Pattie estaba sentada.
—¿Está rica el agua?.
—Averígualo tú. —Contestó con una sonrisa en su rostro.
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