—Justin —Musité entrando completamente a la habitación. Su rostro se puso un poco pálido pero ignorando u completa reacción me acerqué más a él con la mirada fija y seria.
— ¿Desde cuándo estás aquí? —Preguntó con cara afligida.
—Desde que le pediste a Valery que no te volviera a llamar — respondí seriamente. — ¿Por qué hablabas con ella? —Pregunté tranquila. No quería iniciar una discusión por sacar conclusiones de algo que no estaba segura.
—Yo le pedía Valery que no me llamara porque son vacaciones cariño — contestó no muy seguro, juraría que había sido hasta improvisado. — Nick tiene nuevas Coreografías y tengo que aprenderlas — añadió más seguro.
Lo miré incrédula y caminé hacia la cama para sentarme en la orilla. Lo seguía mirando desde ahí, no quería pensar que me estaba mintiendo pero su comportamiento era distinto.
—Bien… —Murmuré —Subí porque estaba un poco aburrida y no estabas ahí.
Embozó una sonrisa sentándose junto a mí. Me rodeo con su brazo izquierdo posando su cabeza en mi hombro.
—Tengo una idea —Mencionó sonriendo — Hay que divertirnos… ya sabes, tú, yo, cama… —Un brilló pícaro inundó sus ojos, tragué saliva y él rio.
—¡Justin! —Regañé por su doble sentido.
—¿Qué? —Preguntó divertido — Yo me refiero a ver una película, tú eres la pervertida — señaló.
—Si claro, como si no lo conociera señor Bieber. — utilice sarcasmo, algunas veces Justin se pasaba de pervertido que parecía un pedófila a punto de ser un violador. —Aún asi te amo, pervertido y todo. — Dije risueña.
—Yo igual— Besó cortamente mis labios.
Se acomodó más en la cama sentándose un poco más arriba que el centro de ella para recargar su espalda en las almohadas gigantes que había detrás de él. Palmeó aun lado de él en señal de que quería que repitiera su acción.
—¿Qué película veremos? —Preguntó mientras prendía la televisión con el control remoto negro que estaba justo recargado en la mesita de a lado.
—No sé… la que sea.
—No pasa nada bueno.
Miraba las pequeñas pausas de las películas por el televisor que Justin hacía para buscar una buena. Cinco minutos después se rindió de andar por su cuenta y se dirigió al índice de canales. Era un tarde tranquila, sin fans, paparazis acosadores y gente haciendo preguntas o queriendo algo de él.
Jugaba con mi uñas casi despintadas, realmente no había nada bueno que ver. El celular empezó a sonar, era el mío. De rodillas me levanté de la cama hasta llegar al suelo, tomé el celular que seguía sonando en su pequeña bolsa.
—¿Diga? —Pregunté a la otra línea, de tan apurada que estaba no me había dado tiempo de ver quien era.
—___... es tú mamá ¿no te has olvidado de mí cierto? —Preguntó con una ironía, ella a veces era un poco dramática, no había hablado con ella en dos días completos.
—No me olvidado de ti mamá… — le aseguré, hosca. —Sólo no he tenido tiempo, las mini vacaciones han dejado de que hablar creando rumores de Justin y yo. —Mire rápidamente en dirección a la cama, Justin aún seguía peleando con los canales al no encontrar nada.
—¿Cómo están todos por allá?
—Bien, creo que ahora están viendo un programa en la sala… yo estoy con Justin tratando de encontrar una buena película.
—¿Sólos? ¿Tú y él? ¿Sin nadie?
—Mamá… — gruñí — Si, estoy sola con él pero abajo está Pattie, sabes que no haremos nada malo.
—Bueno… — respondió tranquila y convencida no del todo. — Dile a tú novio que en el cuatrocientos doce va iniciar una película muy buena…
—Justin en el Cuatrocientos doce — Le dije rápidamente, me miró extrañado pero hice una señal hacia la televisión para que entendiera. — Entonces mamá… ¿Cómo estás tú?
—Bien, tengo el día libre así que iré a comer con Flor, mañana entro temprano así que aprovecharé este día.
—¿No descansas mañana?
—Hubo cambio de personal y desgraciadamente de horarios igual, lo que me recuerda en dos semanas entras de nuevo a clases, tus vacaciones de Septiembre terminan cariño.
Bufé desganada — Gracias por recordarlo — Comenté sarcástica.
—Bueno cariño tengo que salir, besos. Me saludas a todos. —Cortó la llamada y dejé el celular de nuevo en su lugar.
