Vale, estoy que me reviento de emoción, pero sé que debo contenerme.
No es como que me avergüence demostrar lo que siento, o sea, es algo como eso pero al mismo tiempo no... Mierda, lo estoy mezclando todo, primero ordenaré mis ideas para poder explicarme mejor.
Creo que excitación es una buena palabra para describir mi estado, porque estoy aquí, yo, Alyssa Wallsh, en la mejor playa de Los Ángeles, California.
Bien, entonces... ¿Por qué tanta emoción?
Pues la verdad de las cosas es que jamás había visitado Malibú en esta circunstancia, sé que he mentido, le he dicho a los productores que vacaciono en estos lugares cada año y también he mantenido esa falsa historia con estas chicas que observan con incluso más entusiasmo las aguas cristalinas del océano.
Tampoco es como que sienta culpa por mentirles de esa manera, sobre todo al ver la cara de mierda que trae Aledis, es como si estuviera las veinticuatro horas del día analizando la situación, lo cual me descoloca y me inspira un poco las ganas de emborracharla a ver si de una vez por todas deja de creerse una cerebrito... Vale, no es una engreída, probablemente yo actúo de un modo más presumido, pero me estresa montones que se comporte como una adulta responsable siempre.
No me las banco a todas, de hecho a ninguna para ser precisa... No es que sea mala, lo juro, pero simplemente son muy diferentes a mí. Lo creo con más énfasis al ver cómo pasan los segundos y ninguna hace nada, todas siguen ahí con la boca casi abierta al ver las palmeras agitarse bajo el cielo paradisíaco que nos cubre.
—¿Entonces cuál es plan? —pregunto a ver si es que alguna ha pensado en algo, la verdad de las cosas que pongo mis fichas en Aledis.
—Pues... Buscar el hotel. ¿No? —musita una pelinegra con voz insegura.
En realidad es menos que musitar, parece como si se le acabara el aire de los pulmones, no recuerdo su nombre, pero no quiero preguntárselo, después se molesta o algo y no quiero dramas desde un principio, esperaré a que otra de las chicas lo mencione.
— ¿Es broma? ¿No has visto el lugar? —responde la rubia antes que yo pueda decir algo, Scarlett según recuerdo, rueda los ojos con molestia y no puedo evitar la risita que se me escapa entre los labios, sé perfecto lo que piensa, la de cabello negro parece sacada de un convento—. ¡Esto es Malibú! ¡Como la jodida Malibú! No sé ustedes, pero planeo disfrutarlo, tal vez refrescarme un poco, además, ¿han visto a esos chicos de allá? Nunca es demasiado temprano para que inicie el show.
—Y estoy segura que un muy buen show... Se dan cuenta que primero debemos llevar las maletas, ¿no? Y que si queremos seguir aquí y llegar al final, debemos pasar de largo esas emociones de chicas hormonales.
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Stellae: todo queda en L.A.
Teen Fiction¿Qué sucede cuando unes un grupo de cinco chicas y un fin en común? ¿Qué pasa cuando la meta es el dinero y la fama? La respuesta está en una sola palabra: TODO. Un concurso, dos equipos y solo un grupo ganador, cinco jóvenes que serán reconocidos c...