Capítulo 9 (Parte I)

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Rayos, los chicos ya están aquí

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Rayos, los chicos ya están aquí. En serio esperaba haber visto mal cuando creí reconocer a los gemelos entre la multitud. Maldición, a estas alturas ya deben de haberse dado cuenta de mi engaño antes en el hotel. Sólo espero que entiendan que debía hacerlo y no busquen represalias por ello. Me estremezco internamente. No me gusta pensar que podrían tomarlas contra mí.

Rayos, rayos. Ahora Gabe está aquí. ¿Por qué está aquí? ¿Estaba acaso buscándome? ¿Planeando encontrarme para arrastrarme a donde el resto esté y así poder lincharme o algo similar? De acuerdo, detente Pat, estás siendo paranoica. Gabe está aquí sólo... de momento, pero eso tiene que ser algo, ¿verdad? Además Al está aquí, estoy casi segura de que no le dejaría arrastrarme a ningún sitio, pero ¿por qué no está sacándonos de esto ya? ¿por qué no está parloteando alguna de sus ocurrencias? Le lanzo una mirada llena de pánico pero ella solo se mantiene rígida a mi lado y un segundo demasiado largo pasa antes de que finalmente logre responder:

—Hola, Gabe.

Su voz está perfectamente controlada cuando habla, pero vi su breve vacilación antes.

Murmuro un pequeño saludo también, sin saber muy bien qué hacer en esta situación ni que tanto me odia él en este momento, pero contrario a cualquier cosa que estaba esperando, me devuelve el saludo con una sonrisa antes de dirigir su mirada y atención a Al, de repente más serio.

—¿Tu mano está bien?

Alyssa mira hacia abajo, a sus manos como si no entendiera del todo la pregunta, o la sangre cubriendo sus nudillos. No estoy segura de cómo eso sucedió, pero tiene que doler. Me siento un poco mal por no insistir en el tema, pero ella es una chica grande, no me necesita para cuidarla. No cuando no puedo cuidar de mí misma siquiera.

Pronto parece salir de su ensimismamiento y me hace un breve pero conciso gesto. Sé lo que ella hará, me dejará el camino libre mientras distrae a Gabe. Es nuestra mejor oportunidad de averiguar qué hay tras la puerta. Yo lo sé y ella lo sabe. Solo desearía no tener que hacerlo sola.

—Define bien —Es su respuesta y Gabe no se ve nada sorprendido por ello, más bien luce como si hubiese estado esperando que dijera algo así y eso le divirtiera.

—Tanto como para saber si deberían conseguir hielo para ti o para el pobre tipo.

Es como si cada palabra dicha fuera un reto, como si ambos no pudieran evitar desafiarse. Pronto soy consciente de mí misma en todo esto y eso solo me hace sentir como una tercera rueda, una mirona. Sin embargo no puedo moverme, es como ver un documental sobre cómo ser genial y anotar, pero en vivo. Es fascinante.

—Creo que me rompí algo —Está diciendo Alyssa—pero no necesito que me traigas nada.

¿Pero qué está haciendo? ¡Se supone que diga que necesita el maldito hielo!

Stellae: todo queda en L.A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora