Capítulo 7: Solo mátenme.

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Tomo una respiración profunda y dejo de reírme, las personas a nuestro alrededor nos observan como si fuéramos bichos raros y es que no puedo evitar carcajearme con las anécdotas que Cristopher me está contando.

Cuando salí de mi casa estaba tan nerviosa que temía de cualquier cosa que me hiciera pasar pena, casi chillo de la emoción cuando Cristopher me invito a cenar, pero obviamente me contuve para que no fuera a pensar que estaba loca, ya que ayer en la noche estuvo muy pendiente de mí y le estoy muy agradecida, creo que se ha convertido en mi Ángel de la guarda, porque desde que llegue a este lugar y me suceden uno que otro pequeño accidente siempre ha estado en el momento indicado para ayudarme.

Hace más de media hora que llegamos al restaurante, pensé que iba a ser más sencillo, pero me equivoque, es un restaurante fino donde los nombres de las comidas son raros y por si fuera poco nos sabes que escoger. Solo había tenido la oportunidad de asistir a unos de estos un par de veces y fue con mis padres y hermanos, en fin, Emi fue la que me ayudo a escoger el vestido y creo estar bien para la ocasión. Estuve a punto de decirle a Cristopher que mejor fuéramos por mi esposa la pizza, pero no quise ser malagradecida, así que aquí estoy disfrutando de sus anécdotas hasta reír y no poder más.

Bebo un poco agua y me tranquilizo mientras termina de hablar.

— ¿Enserio? —–pregunto casi atragantándome con el agua por reír.

—Sí, todo pasó muy rápido, cuando quise darme cuenta ya me habían atrapado y me llevaron jalándome de la oreja a la casa, y Keiner que fue el que toco el timbre quedo libre de castigo —se encogió de hombros.

—Que malo tú amigo.

—Ni te imaginas —sonrió —y ¿qué me cuentas de ti Lett?

— ¿Qué quieres saber? —le sugerí, él ya me había dicho muchas cosas, yo podía intentarlo también.

— ¿Hasta dónde me permites indagar?

—Te lo hare saber.

—Está bien, ¿Cuál es tu color favorito?

—Fácil, el fucsia y ¿el tuyo?

—En realidad tengo dos, rojo y negro.

Me lo imagino llevando ropa de esos colores y se ve muy comible.

—Oh bonito colores. —sonrió, esa sonrisa es mi cosa favorita en estos momentos.

— ¿Te gusta leer?

— ¡Oh Dios! Esta pregunta me encanta —dije muy emocionada —leer es mi vida, amo hacerlo, disfruto cada vez que tengo un libro en mis manos, aunque muchas veces sufra porque mataron a algún personaje de un libro, pero bueno que se hace los escritores pueden llegar a ser muy crueles y según ellos cruel es bueno. Leer te transporta a otros mundos, aprendes cosas nuevas, alimentas tu coeficiente, vives los momentos felices, tristes, dolorosos como si fueran reales, experimentas muchas sensaciones como el placer, la rabia, etc, adoquiamo la lectura. —finalice con un suspiro.

—Adoqui que? — la expresión en su cara era de confusión y risa a la vez.

—Adoquiamo, es una mezcla de tres palabras, averígualas, te lo dejo como tarea, no creo que te sea difícil.

—Ok, ¿Comida favorita?

—Bueno no sé si te parecerá raro pero, me encanta la sopa de pollo. ¿Y a ti?

—La mía es la lasaña. ¿Tienes novio?

— ¿Ah? —soltó una carcajada.

—Eso —arqueo sus cejas.

Tu Luz En Mi Oscuridad. (TLEMO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora