Capítulo 26 "Un ala para los dos"

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Karma se quedo estático, mirando como Nagisa intentaba asesinarle con su hoz, aún así el sentía que Nagisa no quería hacerlo, ¿Por qué? Simple, porque dicen que tus ojos son las puertas a tu alma, y Karma veía en ellos sufrimiento. Él sabía que Nagisa no haría algo así y mucho menos con el pasado que tuvo.


Él lo conocía. 


Las plumas grises de las alas de Nagisa caían a su alrededor por los bruscos movimientos que hacían para atacarse entre ellos, Karma en un reflejo pateó el estómago de Nagisa, fue tanta la fuerza que uso, que Nagisa termino a al menos cinco metros alejado de donde se encontraba inicialmente. 


- Interesante - siseó la voz de Nagisa - Un demonio como tu, es realmente interesante - bromeó Nagisa al volver a estar de pie, aunque le costase un poco de trabajo hacerlo. Rió sonoramente por la cara de estupefacción de sus "camaradas". Su cuerpo estaba lleno de sangre, lo sabía perfectamente por la herida que le había propinado Gakushuu, además del golpe de Karma que estuvo cerca de tocar la zona afectada.


- Nagisa, detente - pidió Karma en un desesperado intento por el que Nagisa recuperara su cordura, o al menos, parte de ella, la parte en la que él quisiera proteger a humanos, la que no lastimaría a nadie, ni siquiera a los demonios. Pero tardó demasiado en intentar algo como eso. 


- ¿Por qué crees que te escucharía? - pregunto con seriedad Nagisa, sus ojos de color verde agua pasaban a un dorado, como las orbes de Karma.


- Por que... Sé que no eres así - susurro Karma acercándose un poco a la pequeña figura, paró en seco al escuchar su risa, una risa estruendosa y carcajeante, la risa provenía (obviamente) de los labios de la figura peliceleste que tocaba su estómago como reflejo para "parar" de reír.


- ¿Sabes? - pregunto al momento que dejo de reír.


- Lo sé - reiteró el pelirrojo sin moverse de donde estaba, pero mirando atentamente al cuerpo de Nagisa frente a él, a unos cuantos metros de distancia que le gustaría romper. 


- No lo sabes - habló por primera vez en mucho tiempo Ritsu, quien se hallaba detrás de Karma, lista para disipar sus cadenas y asesinarle. Las figuras que había creado Nagisa estaban asesinando, masacrando, iniciando una guerra entre ellos y los demonios, exceptuando a unos pocos (Rinka, Hiroto, Rio).


- Tu no estuviste con él cuando había nacido, no conoces nada de Nagisa - el pelirrojo, sin darse vuelta, frunció el ceño y apretó sus puños, buscando alguna forma de no caer en la insaciable ira que carcomía su alma y su cuerpo, poco a poco, lentamente, "ella" comenzaría a aparecer.


La chica no dijo nada, puesto que sabía que las palabras que habían salido con odio de los labios de Karma, eran totalmente ciertas y no podía jugar con ello, ni siquiera alegar en contra.


- Tu tampoco - susurro Nagisa alzando su hoz en dirección al pelirrojo. 


- ¿Qué quieres decir con eso? - pregunto Karma dejando a la vista sus orbes cobrizas que comenzaban a alterarse volviéndose de un color dorado puro.


- ¿Sabes quiénes "fueron" las personas que mencionó Asano? - pregunto con el ceño fruncido


- No tendría porque - fue su respuesta. Nagisa bufó mientras sus alas se expandían con fuerza y vigor en ellas. Su color cambiaba a uno un poco más... Oscuro. Las alas se expandieron libremente hasta abrirse por completo, Karma le dio un aspecto angelical a Nagisa, quien se hallaba en medio de ellas, pero no era momento para sus fantasías o deseos. Las alas del Akabane no se quedaron atrás y comenzaron a acatar las mismas acciones que las del Shiota. 


- ¿No tendrías porqué? - reiteró el chico mientras alzaba el vuelo, las ondas de viento que lanzaban sus alas al moverse eran de una manera inimaginable fuertes. Los movimientos de las mismas no eran violentos, eran como los de una paloma. Alzando el vuelo con tranquilidad, aunque las alas de Nagisa eran demasiado fuertes y no podían controlarse al causar una onda de viento. Sin embargo, en la mirada del chico no había remordimientos, era todo lo contrario, estaba sonriendo con sorna y una pizca de sadismo.


- ¡Nagisa detente! - grito Ritsu tratando de no ser llevada por el viento, sosteniéndose de sus cadenas virtuales que estaban "atadas" al suelo. El chico hizo caso omiso de lo dicho y siguió moviendo sus alas, sus pies dejaron de tocar el suelo y por alguna razón, sintió algo que jamás creyó volver a sentir. Libertad. 


- I'm free now - susurro el chico mientras sonreía con cierta dulzura. Karma abrió sus ojos impresionado al igual que Ritsu, una pequeña lágrima cayó de la mejilla de Shiota, mientras que frente a sus ojos la luna iluminaba la ala derecha de un, maravilloso, perfecto, singular y excéntrico color negro azabache. Nagisa cayó al suelo mientras sentía como su ala le protegía de cualquier daño físico. Se sintió tan cálido y maravilloso, una sensación reconfortante y anónima.


Karma corrió hasta donde había caído el "capullo" en el que se encontraba Nagisa. Rió quedamente al ver el cuerpo de Nagisa sin alguna herida, más sólo conservaba su ala derecha, sus mejillas comenzaron a empaparse con suavidad. Los demonios y los ángeles no podían estar más confundidos. Frente a ellos, ni más ni menos que el arcángel mas fuerte del cielo tenia una sola ala coloreada de un tinte negro como el cuervo que indagaba en la oscuridad en la espera de que un alma sea tan inocente como para corromperla sin cuidado o delicadeza alguna, pero el demonio no se quedaba atrás, las lágrimas caían en el rostro de porcelana de la figura debajo de él. Mientras que, al igual que el ángel, perdía su ala derecha y se quedaba con la izquierda de un puro, sin imperfección, sin algún otro color que le opacara el mismo, que innegablemente, era de un blanco perfecto.


El negro se dejo amar por el blanco, pero el egoísmo de ambos los llevo a separarse. Aún así, sin necesidad de hablar o juntarse, siguen siendo el uno para el otro, porque se contrastan para que solamente entre ellos exista un mundo para su eterno amor.


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Haruka: ¡No es el final!


Shiro: No tenías que decirlo así, bueno quedan como unos 2 o tres episodios contando el epílogo. No se preocupen, no tendrá un final... TAN .... Malo ... 


Haruka: Y dices que yo soy el demonio


Shiro: Yo sólo soy sincero


Haruka: De todas formas... Queríamos hacer algunos especiales para despedir a esta historia, así que si tienen preguntas o algo por el estilo, escriban un hermoso comentario y nosotros lo leeremos con mucho gusto.


Shiro: Gracias por seguir esta historia y esperamos ideas y votos. MUCHAS GRACIAS. n.n


Haruka: Si quieren yaoi con Shiro, no se preocupen sólo díganselo a Rosa-chan y ella hará que lo haga en un 2 x 3 Jejejeje


Entre el cielo y el Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora