O n c e

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Nuestra primera cita —o algo parecido—no fue como esperábamos desde un principio. Ambos cargados de trabajos, tuvimos que quedarnos hasta tarde para acabar con todos nuestros asuntos pendientes. Por mi parte, tenía que terminar de arreglar los acordes de algunas canciones que me habían dado hace unas horas a perfeccionar.

Ella termino primero y decidió esperarme, pero siendo demasiado tarde y el clima soleado que estaba en la mañana había cambiado precipitadamente hasta convertirse en un cielo nublado, hizo que comenzara a llover. Asi que no tuvimos más opción que pedir comida a domicilio y comer en el estudio.

No me había divertido así en todos estos años de conocer a varias personas, incluso no me había sentido realmente feliz aparentando conocerlas. Platicar con Martina acerca de su vida es lo más gratificante que me pudo haber pasado. Estoy platicando con ella acerca de su niñez, de cómo se convirtió en la estrella que es ahora y de algunos datos interesantes de ella, como: algunas travesuras de pequeña, los nombres de todas las mascotas que ha tenido, como era en escuela, los verdaderos amigos que ha tenido a lo largo de su pequeña vida. Incluso, yo le cuento lo mismo para estar parejos. Uno pregunta, otro responde y así, sucesivamente.

Ni siquiera sé por qué pero la conversación se salió un poco del tema, cuando Martina dijo todo lo que no me había dicho el día que me fui. Me dijo que se había sentido triste, porque se había ido alguien importante para ella. Iba a decirle ¿Por qué? ¿Acaso era importante para ella? Pero alzo su mano para que la dejara continuar. Ella me dijo que no sabía cuándo empezó pero se había enamorado de mí. Algo que me sorprendió al principio y más cuando la vi apartar la mirada por su declaración. Me acerque a ella, solo para estar a pocos centímetros de distancia. Quería que me dijera de frente lo que acababa de escuchar hace unos momentos. Ella volvió a posar su mirada en la mía y sonrió. Lentamente pronuncio cada palabra y mi corazón se sintió maravillado con lo que había escuchado. Sin más, me acerque a ella y mis labios hicieron contacto con los suyos. Nuestros labios se fundieron en un tierno y dulce beso.

Siempre Brillaras「 J o r t i n i 」#Libro1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora