Q u i n c e ( u l t i m o )

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—¿Qué? ¿Jorge no está?

—No, acaba de salir—dice William

—¿Cuánto tiempo tiene que salió?

—Cómo tres o cuatro minutos.

—Gracias—dice antes de irse.

William cierra la puerta y me dice que ya puedo salir de mi escondite. Salgo de la cabina de grabación y vuelvo a sentarme en uno de sillones rojos de la sala.

—¿Estás seguro de que no la quieres ver? —pregunta.

—Si—es lo único que digo y me dedico a aguardar mis cosas para después irme de ahí.




Camino lo más rápido posible para no encontrarme con Martina. Por fortuna no la encuentro en mi camino hacia la salida, sin embargo, me detengo en seco al verla a fuera del estudio. Mueve su vista de un lado al otro en busca de alguien. Se perfectamente quien es esa persona. Pero no digo y continúo con mi camino. Me oculto un poco entre las demás personas pasando y paso a un lado de ella.

—Jorge—la voz de ella me hace detenerme.

—Qué bueno que te encuentro—dice mientras se acerca a mí.

Volteo a verla.

—¿Qué pasa? —se acerca a mí pero retrocedo un poco.

—N-Nada—hipé.

—No te creo, eres malo para mentir. Tu hipo te delata. Así que no mientas y dime la verdad. Te estuve marcando y enviando mensajes.

—Sí, lo sé.

—¿Qué pasa? —intenta tomar mi mano con la suya pero la aparto rápido.

Su mirada se entristece.

Odio verla asi, pero tengo que decírselo de una vez antes de que sea tarde.

—Quiero terminar contigo.

—¡¿Qué?!

—Me di cuenta que ya no te quiero.

—Estás mintiendo.

—Es la verdad. No somos compatibles en nada. Tú eres una súper estrella que debería de estar brillando con otra súper estrella, no con alguien como yo.

—Espera... Esto es por lo que está pasando con la prensa y con mis fans—no contesto, solo aparto la mirada—. Sí, es eso. Déjame decirte que yo soy quien elige a quien querer y amar. Ni por nada en el mundo voy a hacerles caso a otras personas. Yo te quiero solamente a ti y a nadie más.

—Pero las demás personas no piensan lo mismo—susurro.

—No me importan ellos, me importas tú.

Me quedo callado.

No pronuncio ni una palabra.

La miro y bajo la mirada.

—Me tengo que ir.

—Jorge...—intenta acercarse a mí.

—Lo siento, Martina—me alejo.

Avanzo hacia la calle y cruzo la avenida dejando a Martina sola.

Las luces de pronto cegaron mi visión y lo único que pude escuchar fue el grito de Martina llamarme por última vez mi nombre.

Siempre Brillaras「 J o r t i n i 」#Libro1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora