Muy pocos saben que en el centro de la antártica, hay una gran biblioteca de hielo, la mas grande del mundo, y regida por pingüinos académicos, Los pingüinos, llegados a cierta edad, eran enviados a ciertos lugares para recopilar nueva información. Pero, había un pequeño, que soñaba con ir mucho mas lejos que cualquiera, pues, aunque los pingüinos salían a recorrer el mundo, no se adentraban en tierras profundas, solo en las costas.
Nuestro pequeño pingüino añoraba aventuras en aguas desconocidas, y cuando cumplió la edad para viajar, nadó y nadó, cruzó las corrientes oceánicas, hasta llegar al norte. Emergió a la tierra y se adentró en la selva amazónica.
Luego de perderse y desorientarse, tuvo miedo, y cuando casi había perdido la esperanza, una gran anaconda apareció entre la maleza, pero en vez de comérselo, lo consoló. Le enseñó caminos, flora y fauna de aquella tierra indómita. El pingüino estaba completamente agradecido de la gran serpiente, pues había encontrado y recopilado información invaluable.
Ambos recorrieron el mundo, conocieron nuevos mundos y nuevas rutas. Cuando volvió a la antártica, tuvo gran renombre, pues se había convertido en un verdadero explorador, con mil aventuras que contar, pero siempre recordando a la amiga que había hecho y que no olvidaría jamas.
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Cuentos con Magia, para niños que aún creen en fábulas
Short StoryCuentos y fábulas infantiles originales, para todas las edades.