Cápitulo 31:Suicidio

45 4 0
                                    

El chico no respondió y ambos siguieron caminando por el oscuro y largo bosque.
Más adelante Zian se dio cuenta de que no veía a Zoe, se perdió por el camino, el chico intentó llamarla pero a pesar de los gritos nadie respondía.
Conforme Zian iba caminando estaba más preocupado por Zoe, no paraba de llamarla y buscarla por todos lados, el chico cansado de caminar y buscar a la joven por horas decidió sentarse y descansar. Cuando el joven se sentó, el suelo y todo a su alrededor comenzó a cambiar, ya no estaba en un bosque, estaba en una habitación totalmente negra y oscura, Zian sentado en el suelo mirando hacía abajo y con las manos en la cabeza comenzó a llorar en silencio, mientras de fondo escuchaba unas leves voces que le empezaron a hablar.

-¿Acaso no te importa Zoe?

-Seguro que se fue por sí misma...

-Alguien cómo tú se debió suicidar hace mucho tiempo...

El chico estaba cada vez estaba más nervioso y atemorizado, no se podía mover, algo dentro de él se lo impedía.

-No estás loco, simplemente todos te odian, como lo hacía tú padre

Zian se levantó y vio detrás de él una fila gigante compuesta por personas ahorcadas

-Toma, ahora te toca a ti -dijo una de las voces-

Zian vio debajo de él una soga, el chico la cogió y mientras su boca derramaba sangre se ahorcó, haciendo la fila más grande.

-Zian, ¡Zian! Despierta -escuchó el chico tirado en el suelo con los ojos entreabiertos-

-¿Es... estoy muerto? -preguntó el chico en voz baja-

-No, te habías desmayado -respondió Zoe-

-Zoe, estás bien, te perdí -dijo el joven-

-Creo que te ha pasado lo mismo que a mí antes -respondió la chica-

-Entoces sigo vivo -dijo el chico mientras se levantaba del suelo-

-Si, por un momento pensé que estabas muerto -dijo la chica mientras abrazaba fuerte al chico-

-¿que habías soñado? -preguntó Zoe-

-Que íbamos caminando y nos perdimos, te estuve buscando por horas y no te encontré, sumergido en la depresión y el cansancio comencé a llorar y oír voces que me decían cosas como que me suicidara y que todos me odiaban, tiempo después me levanté y vi detrás de mí una fila enorme de personas ahorcadas, vi una soga debajo de mí y me suicidé -respondió el joven chico-

-Zian esto es malo, primero yo y luego tú, ¿podríamos estar contagiados? -preguntó la chica-

-No lo creo, esto no entra en los síntomas que leímos, aún así creo que se debe al cansancio... y que este mundo nos destroza por dentro -dijo el joven deprimido-

Un Mundo InexploradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora