Voy paseando por toda España con la ilusión de encontrarme a quién más amo en esta vida, o por lo menos en este momento, a Manu Rios.
Ya fui a su lugar de malteadas favorito, al parque más hermoso, incluso divague por los edificios con los mejores departamentos pero nada.
Sin esperanzas camino hacia una heladería, pido un cono de vainilla y salgo al parque de enfrente para disfrutar de mi postre. Cuando he acabado con la nieve me dispongo a comer el cono que es de galleta.
Tiro la servilleta y camino de nuevo a mi hotel, estas vacaciones en España serán más aburridas de lo que pensé, cuando estoy a la vuelta de la esquina de mi hotel choco con alguien.
-Lo siento.- le digo al chico,
Si chico.-No hay problema.- me dice.
Cuando le veo es un poco más alto que yo, pelo negro y largo, perforación en la nariz, tatuajes en el cuello y ojos color café claro, hermosos ojos, hipnotizantes.
-No eres de por aquí verdad? .-me pregunta-.
-No, solo vine de vacaciones .-le digo-.
-Un gusto, mi nombre es Drake .-se presenta-.
-_____ .-le digo y tomó su mano-. ¿Cuantos años tienes?
-Veinte .-responde-. Y ¿tú?
-Acabo de cumplir dieciocho .-le digo orgullosa-.
-Ah, me alegro de que seas legal *
.-dice y reímos-.-Bueno, tengo que irme .-le digo apenada-.
-Oh, claro .-dice-. Espero verte pronto.
-Yo igual .-le digo con una sonrisa y después entro al hotel-.
Tomo el ascensor y a ¿quién me topo dentro?, al mismísimo Manu Ríos.
-Joder .-exclamo-. Llevo todo el día buscándote y ¿donde te llegó a encontrar?, en mi maldito hotel.
-Hey, ¿como te llamas? .-me pregunta feliz-.
-_____ .-le digo con una sonrisa-.
-¿Quieres un autógrafo? .-me pregunta-.
-Te quiero a ti .-susurre para mi-.
-Veré qué puedo hacer con eso .-dice con picardía y tomó mi mano para adentrarnos al elevador antes de que se cerrará-.
A la mañana siguiente, Manu se iría sin saber que por un descuido, dejo en mi algo más que solo un recuerdo.