Estoy en mi oficina acomodando los outfits que se usarán mañana para la única sesión que tenemos. Pasan de las once de la noche y supongo que Dorian y yo somos los únicos en el edificio además del guardia de seguridad.
Mi pequeño duerme sobre mi escritorio. No me agrada la idea de que este durmiendo ahí, debería estar durmiendo en su cama, y el que no lo este haciendo es mi culpa.
Me doy cuenta de que solo me faltan dos chaquetas y me encamino lo más rápido que puedo hacia la bodega de ropa; tardo más de lo que deseo y espero que mi pequeño no se haya despertado. Estoy a nada de llegar a mi oficina cuando algo me para.
Hay alguien dentro de mi oficina, o eso es lo que refleja la cortina a través de la ventana. Tomo un par de tijeras que alguna secretaria dejo sobre su escritorio y corro hacia el interior de mi oficina asustando al intruso.
-Manuel me asustaste.-digo cuando le veo y dejo la cosas que traía conmigo sobre una mesa aparte-.
-¿Donde estabas?, y ¿Porque dejaste a Dorian aquí solo?.-pregunta serio-.
-Fui por dos prendas que me faltaban. Tardé más de lo que esperaba.-explico-. Tú ¿Que haces aquí?.-pregunto-.
-Tuve una sesión hoy y olvide mi chaqueta. Regresé por ella.-dice moviendo la prenda de un lado a otro-.Son los únicos aquí-
-También está el guardia.-digo-.
-_____.-me llama-. Se fue hace una hora-
-Oh.-digo sorprendida-. Entonces supongo que ya nos iremos también.-digo y tomo mi bolso-.
Antes de que llegue a Dorian, Manu se acerca a él y lo carga, se ofrece a llevarnos a mi auto y acepto. En el camino le cuento de mi. Mi edad, de donde soy, técnicamente datos generales míos y de Dorian.
Menos el nombre del padre de mi hijo.
Deja a mi hijo en su silla dentro del coche y se despide. Antes me dice que si necesito ayuda no dude en llamarlo y me da su número de celular.
Conduzco en silencio hasta mi departamento, cuando llego tomo a mi bebé en brazos y subo por el ascensor hasta mi piso. Entro con algo de dificultad pero lo hago. Inmediatamente llevo a Dorian a su cuarto, le pongo su pijama de dinosaurios y lo acomodo en su cama.
Cuando Dorian ya está listo me dispongo a ir a mi cuarto y hacer lo mismo que hice con el. Me pongo mi pijama y me acuesto en la cama y sin saber me quedo dormida.
El llanto de Dorian me despierta de golpe y lo primero que hago es checar el reloj que está a lado de mi cama sobre un pequeño buró.
Son las cuatro de la mañana. Salgo disparada de la cama y corro hacia la habitación de mi bebé, cuando llego reviso su pequeño cuerpo y me percato de que no tiene ninguna herida, más su temperatura está más alta de lo que debería.Mi automóvil se encuentra sin gasolina y mi vecina tiene más de sesenta años, obviamente no tiene algún medio de transporte; mi única salida es llamar a quien menos espero.
-Manuel espero que estés despierto.-digo mientras busco su contacto en mi celular-.