La chica de cabello azul se encontraba en el suelo, sus piernas no soportaron el peso de la confusión y el miedo a lo indiscutiblemente desconocido. De algún sitió "salió" una voz grave, ella quiso identificar su origen para saber hacía donde debía voltear y a quien dirigir sus incontables preguntas, pero le fue imposible. A medida que los minutos pasaban y la voz le continuaba demostrando su existencia, ella sentía que su sonido se distorsionaba aún más.
Creyó en un principio que era Papillon, pero pronto lo descartó. No era la misma forma de hablar, no tenía el mismo método y estaba segura que poco interés tenía en su ahora inaccesible Miraculous. Luego pensó que era La Muerte, comenzó a dirigir sus palabras con la cabeza agachada pues esa teoría tenía para ella más sentido que lo anterior; vivía peleando contra el mal y jugando con sus limites físicos, los fragmentos de recuerdos que faltaban dentro suyo podrían ser sobre su último aliento en vida. Finalmente se había decidido por creer que era Dios o algún ángel bajo su mando, al responder miraba hacía arriba. El motivo no estaba claro ni siquiera para ella, pero la llenaba de más tranquilidad dirigirse al cielo que a un ser oscuro como lo podría llegar a ser La Parca.
De nada sirvieron tantas conjeturas y teorías, pues Marinette se decidió por preguntarle al misterioso ser si de Dios se trataba, acabando con su paz interior.
-No, Dios no puede alcanzarte.
Respondió secamente su única compañía, la chica no pudo evitar ponerse a llorar. No quería tenerlo en mente, pero si no estaba al alcance de Dios se encontraba en las manos.. ¿Del diablo? ¿Del pecado? ¿Lucifer? ¿Baal? ¿Demonios? ¿El infierno como ente? Cualquier opción la aterraba. De a poco subió sus rodillas y escondió la cara en ellas, ya no tenía fuerzas ni valor para seguir preguntando.
- Porque nunca has existido.
Añadió después de un prolongado tiempo la voz, dejando a la adolescente con los ojos más que abiertos. Ella pensó que era mejor guardar silencio y esperar que aquel ser continúe explicando las cosas por si solo, poco y nada había respondido de todo lo que le preguntó en el pasado. Ya estaba mentalmente cansada, se había dado por vencida pero se lo justificaba a si misma de alguna retorcida forma.
- ¿No tienes ninguna otra pregunta?
Dijo con extraña intriga la solitaria y oscura voz, dejando nuevamente a Marinette confundida.¿Que clase de demonio es tan servicial? Antes no solo evitaba dar respuestas concretas, sino que a menudo guardaba silencio ignorándola, ahora que ella es la callada viene con este tipo de cosas. Volvió a preguntarse "¿Que se supone que es toda esta situación?" A cuestionarse la seriedad del ente visualmente inalcanzable y a tener esperanzas de poder detener esa forzosa estadía en donde se supone que este.
-No, ninguna.
Fingió desinterés la joven, que esperanzada aguardaba engañar de alguna forma al presunto creador de esa realidad alterada.
-De acuerdo, adiós.
Dijo con una sutil ironía la ex-complaciente voz, perdiendo todo misticismo ante Marinette. Ella se levanto rápidamente invadida por una enorme rabia, sentía que lo que estuviese pasando no era imposible de resolver; humanizó sus fantasías de inmediato, comenzó a buscar la verdad a pesar de su deficiente situación.
- ¡Espera, detente! ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Que quieres de mi?! ¡Responde de una vez! ¿Crees que es divertido todo esto? ¿Acaso es el poder de algún otro Miraculous? ¡No pienso caer más en tus trucos!
- Son muchas, hazme solo una pregunta.
La chica intentó detener su agitada respiración, necesitaba calmarse para pensar en una correcta pregunta que no tuviese como respuesta una monosílaba. Le pareció más que extraño la facilidad con la que cedió "la voz" ante sus reclamos, pero este podía burlarse de ella una vez más y nada podría hacer para evitarlo. No había garantía de una correcta colaboración de su parte, aún así no habían más opciones que obedecer.
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5 días
FanfictionElla no está en ningún lado. Puede ver a todas las personas que conoció en su corta vida mientras se lamenta por saber que no la recordarán, debe encontrar a Chat Noir antes de que el tiempo cumpla con su cruel promesa: la muerte.