Los Pasos

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- No.. No llames a mi padre, ni a los doctores. Estoy bien, yo solo.. 

  Decía nervioso Adrien mientras intentaba buscar una escusa que sonará convincente, su guardaespaldas mantenía una mirada seria. 

- Estaba sonámbulo.

  Dijo finalmente mientras era acostado en su cama, luego volteó para ver a Marinette quien se encontraba asustada en una esquina de la habitación. Ella miraba sus manos de manera tétrica, Adrien no entendía que sucedía pero había sido testigo de como no pudo sostenerlo. La joven levantó sus vidriosos ojos y lo miró por un momento, corrió la vista avergonzada y él se sintió devastado. No era su culpa que cayera al suelo, después de todo algo los estaba afectando a ambos y vigilando la puerta se encontraba su personal de seguridad dispuesto a ayudarlo. Además Adrien hizo ese pequeño sacrificio con desinterés, no buscaba que ella lo terminara ayudando siendo que él debía ayudarla. 

  El joven hizo una triste mueca mientras observaba como su guardaespaldas salía del cuarto. Ladybug siempre hacía eso, ya era una costumbre ¿Acaso es culpa suya o del buen corazón de su compañera? No importaba cuánto empeño pusiera en ser su salvador, siempre se invertían los papeles y él solo podía quedarse quieto mientras se lamentaba por ser tan inútil. 

  En la soledad del apartado cuarto se miraban en silencio los dos temerosos jóvenes. A veces lograban abrir su boca con valor pero las palabras no lograban salir, entonces comenzaban desde cero y apartaban la vista del otro. 

- Perdó-

  Se había atrevido a decir 166781833 luego de varios intentos, pero fue interrumpida.

- Lo has jurado muchas veces. 

  Asustada miró hacía el techo, reconoció la presencia de su tétrico guía. 

- ¡¿Por qué me haces esto?! ¡No pudo tocarlo, no puedo agarrar nada! ¡¿Como pretendes qué-?

- No estoy interviniendo en las funciones de tu cuerpo. 

  Adrien miraba a su compañera con los ojos más que abiertos, la escuchaba hablar sola sobre cosas que no entendía. Recordó la conversación que mantuvo con Marinette frente a su padre y sintió pudor al saber que de la misma forma él lo había visto ¿A quien se estaba dirigiendo con tanta rabia? ¿Al akumatizado? Quizás ella era la única que podía tener contacto con el causante de toda esta situación. 

- Pe-pero no lo entiendo ¡¿A que te refieres con que algo esta funcionando mal?! 

- Debes esperar.

- ¡No puedo esperar! ¡Él no puede esperar! Debe suceder ahora..

  Realmente Adrien no quería interrumpir ni entrometerse en aquella conversación, esperaba tener tiempo de preguntarle después sobre el asunto en sí pero comenzó a escuchar pasos a la lejanía. 

- ¿Marinette que sucede? ¿A quien le hablas? Dímelo pronto, alguien está viniendo.

- Yo-yo.. Es qu-.. Adrien, la voz se ira y no pod-. Luego, yo te, tu debes y si no puedes tocarme tu n-no..

- Rápido, dímelo, no llego a entenderte ¿Sabes como acabar con esto? Ayudaré en lo que pueda, haré lo que digas.

-¡No puedo decírtelo, no aún! No lo harás..

Ella bajo la mirada, no encontraba siquiera el valor para pensar en las palabras que debía decir. Los pasos hacían eco por el silencioso pasillo.

- ¡¿Acaso no confías en mi?! 

  Dijo confundido Adrien, apretó sus manos en la sabana y comenzó a toser. Marinette asustada se acercó corriendo, sirvió rápido un vaso con agua de las pequeñas mesas cercanas y se lo dio.

-  Sabes que.. Nunca te fallaría.. Mi lady..

  Luego de decir aquello tomó el brillante vaso y levantó la cabeza para fijar sus ojos en la mirada de la joven. Ella estaba encimada en la cama, mantenía una rodilla apoyada por completo y su otra pierna estaba estirada hasta tocar el suelo de madera. 

- Chat Noir..

  Susurro la chica de celestes ojos mientras se arrodillaba por completo en la cama. Normalmente se hubiese alejado ante tal cercanía con su más preciado amor, pero los pasos que estaban gritando detrás de la puerta y la mirada de Adrien la convencieron de quedarse. 

- Te lo diré rápido pero debes jurarme que harás lo-

- ¿Que sucede? ¡Lo haré, lo juro, rápido, dime, vamos!

  Marinette se percató de lo que hizo antes, había tomado un vaso y también una jarra. Sirvió agua y se la dio en la mano a Adrien, ahora mismo mantenía su mano sobre la de Adrien que estaba intentando que ella.. ¿Le dijera? ¿Que reaccionara? Ambos. La puerta se abrió pero a ella no le importó, aunque Adrien comenzó a fingir que no existía ninguna chica a su lado continuó con lo que decía anteriormente.

- Me tienes que matar Adrien. Si me asesinas toda tu vida volverá a la normalidad, debes hacerlo pronto y mientras puedas. Ahora mismo puedes tocarme, ahora mismo podrías intentar matarme.

  El chico que estaba intentando mantener una imagen natural no pudo evitar abrir sus ojos a mas no poder. Su despreocupado rostro se transformó, una mezcla de incomprensión y miedo comenzó a aparecer en él, volteó sin cautela para verla.

- Prometiste que lo harías, es la única forma. Cuándo se vuelvan a ir inténtalo, juro que no tengo miedo.  

- ¡¿De que rayos hablas Marinette?!

  Él la tomó de los hombros con fuerza, ella intentaba mantener una sonrisa convincente mientras seguía hablando del tema.

- Si no lo haces juro que me suicidaré, pero no servirá de nada si soy yo la que lo causa. Así que hazlo.. Debes..

- ¡Deja de decir estupideces! ¡Jamás te dejaré hacer algo como eso! ¡Jamás haría algo así!

- Debes matarme, si no lo haces morirás..

  Lagrimas que se estaba esforzando mucho por contener comenzaron a fluir por los ojos de ella, su compañero acompaño con empatía esa acción; ambos dejaron caer sus lagrimas.

- ¡Entonces déjame morir! ¡No quiero vivir Marinette!  



5 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora