Séptima entrada - La ex-amiga de Sienna
¡Escoria humana, no me lo vas a creer! ¡Maté a la araña!
¿Cómo? Puedo decir que todo fue a base de gritos y una botella de alcohol (no del que se bebe, eh). Como te conté la vez anterior, en mi cuaderno de química descubrí un par de cosas que mi madre había escrito en mi cuaderno. Me pregunto qué habrá pensado ella esta mañana cuando no bajé de las escaleras. He escuchado la campana escolar —que indica el inicio de la jornada del día— y me doy cuenta de que he pasado toda una noche aquí, y eso me hace sentir muy enferma. Esto no es gracioso.
Ahora, volviendo al tema de aquél repugnante arácnido, que en paz descanse...
Si mal no recuerdo, expliqué que el vinagre era un repelente para arañas en la entrada anterior. Lo cierto es que, el vinagre no era una parte esencial del exterminio que tenía preparado para aquella araña... Como había mencionado antes, escribo en mi cuaderno de química y he encontrado cosas muy interesantes. ¿Cómo cuál?
Pues, tengo un pequeño experimento que hice hace un tiempo, con alcohol etílico. Sí, ya sabes C2H6O. Así que comencé a leer las premisas para mi trabajo cuando encontré algo muy interesante:
«El alcohol se utiliza para.... J+R = ♥. En los seres humanos, causa... Jason Moore, es lindo...» y muchas más bobadas que una chica enamorada escribiría (debo aclarar que creo haber estado poseída por Sienna Dromm en ese entonces).
Conclusión final: los dos carbonos del alcohol tienen la propiedad de deshidratar las células, destruir el sistema nervioso, y en grandes cantidades, acabar con un organismo vivo.
A pesar de tener un cuaderno lleno de garabatos, corazones y declaraciones de mi amor hacia Jason, el lindo americano a mi cuidado, recordé lo que la profesora dijo en el laboratorio muy claramente. El alcohol, que estaba a un par de mesas de distancia de Cece, la silla, sería mi salvación. El vinagre solo me serviría para acorralar al bichejo ese y lo asesinaría con alcohol. Lo sé, soy macabramente genial.
Así que, hice lo que cualquier persona en su sano juicio, no hubiese hecho: bajé y corrí a hacia la mesa diagonal a la caja en donde estaba sentada, rebusqué el alcohol y el vinagre entre todas las botellas apestosas que había allí y finalmente, los encontré. Así que, naturalmente, las cosas nunca me saldrían bien. No había mucha luz de la bombilla amarillenta de aquí abajo y estaba muy oscuro, así que no vi que la punta de la mesa estaba frente a mí. Golpeé mi cadera, precipitándome de lleno contra el suelo, con la araña a unos centímetros de mí.
Grité con todo el aire que había estado conteniendo en mis pulmones y creo que eso me dio unos segundos más de vida, porque la araña saltó hacia atrás (digamos que la asustó mi grito y no mi rostro de horror). La botella de alcohol cayó a unos metros de mí, así que aproveché para alcanzarla con la mano, levantarme, tomar el vinagre de la mesa de cristal y correr hacia Cece la silla. No fue nada sencillo, dado que éste lugar está lleno de desniveles, como si los albañiles hubiesen estado en modo zombie mientras construían las bases de esta prestigiosa institución educativa (já, já, ni yo me lo creo).
Cuando por fin estuve en Cece la silla, lo que siguió fue idear un buen plan y no uno de mis planes de cinco segundos, que siempre, siempre acaban en alguien lastimado (yo, generalmente). Entonces lo había decidido: tendría que hacer un gran sacrificio para aprisionar a la araña, y eso implicaba desprenderme de algo.
Así que con un gran dolor en el alma, me despedí de Cece, la silla [caja, en realidad] y agujereé la parte superior del cartón. La siguiente actividad en el cronograma era acorralar al bichejo peludo del mal, así que eso hice. Unté vinagre en un semicírculo alrededor de la mesa en donde estaba. Cuando el animal se dignó a salir, Cece —mi nueva compañera del crimen—, cayó sobre ella, dándome una perfecta vista superior del ahora indefenso arácnido.
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Romina para presidenta
Teen FictionDesde que Romina posee memoria, solo tiene cabeza para una cosa, y eso es, convertirse en presidenta. No en jefa de la nación, claro que no. Ella quiere ser presidenta estudiantil, y su más grande desafío está por venir: el año de la postulación...