*Al lado, en la sección multimedia está la canción Better Than I Know Myself, para ambientar el capítulo*.
Capítulo especial #1 - De tardes lluviosas y miserables sentimientos.
Mientras iba corriendo, las gotas de agua salpicaban sobre su cabello. No podía creer que había olvidado algo tan importante.
Se olvidó de su pequeña cita con la Groneu, en la Taberna de Moe, así que había salido de la casa de su padre tan rápido como pudo. No podía fallarle a Minnie, no él; esa era justo la razón por la cuál se había puesto de rodillas para que ella aceptara reunirse con él. Tenía que decirle que lo sentía tanto, pues en parte, era su culpa que ella sintiera como lo hacía.
Lo cierto es que ella estaba muy mal.
La Groneu había entrado en un estado de depresión tan severo, que se limitaba a encerrarse en su habitación y no dirigirle la palabra a nadie. Al menos, eso se lo había dicho Rick, a él. Sus hermanos habían intentado hablandole, invitandola a salir y un sinfín de actividades que Romina amaba, pero ella solo se negaba y los sacaba de su pieza, tan rápido que ellos no podían replicar.
Un auto pasó a unos metros de él y casi lo atropella, pero no le importó. Siguió corriendo, intentando no caer y acelerar a la vez, lo cual fue algo difícil. Afuera de las casas de toda la ciudad, una espesa lluvia azotaba las calles, impidiendo el tránsito normal. Sin embargo él seguía trotando, porque confíaba que ella estaría allí. Nunca faltaría a algo así, no lo haría.
Romina no era ese tipo de chica.
Desde el incidente del elevador, ellos dos no habían sido los mismos. Ella desenterró un secreto que él tenía guardado en el fondo del alma y él había descubierto que las intenciones de ella no eran las que creía. Todo había sido tan simple desde entonces y hasta tenían una amistad o por lo menos, la tuvieron hasta la cita improvisada que ella organizó.
Después de aquél rechazo, todo se derrumbó.
Alcanzó a ver la Taberna de Moe en el horizonte, aunque aún se veía lejana, con sus colores chillones y luces despampanantes, a la derecha de la carretera principal. Cuando intentó enfocarse en el letrero de neón que siempre estaba encendido, notó que algo estaba mal. La luz rosácea de siempre, estaba apagada. Eso solo hizo que corriera aún más rápido, para encontrar no solo eso fuera de lugar. No había ni un auto en el estacionamiento, ni algún cliente dentro del local.
Romina Groneu tampoco estaba allí, con su sonrisa habitual o su gesto de enfado.
Pegó la frente contra el frío vidrio del local, mientras intentaba controlarse para no golpear la pared. Estuvo así por varios minutos, respirando hondo y retomando el aliento como le había enseñado su amiga, quien a pesar de no tener talento para cantar había hecho tanto por él.
Ella fue importante para él y en esa fecha, ese martes, lo seguía siendo.
Alzó la vista para encontrarse los ojos grises de aquél chico al que despreciaba tanto. La tormenta que ocurría a su alrededor se asemajaba a la molesta mirada del muchacho detrás del mostrador. Sin duda alguna, había solo una manera de saber si Romina había asistido a la cita y era preguntárselo a él. El único problema es que, después del altercado en el que Will y él intercambiaron golpes, ninguno de los dos podía estar cerca sin que estallar en gritos y peleas.
El chico fuera del local apoyó ambas manos contra el vidrio, bajó su cabeza, mirando sus zapatillas deportivas y pensando en todo lo que debería hacer para no propinarle un golpe al de los orbes grisáceos. Decidido, fijó su vista en el Will, que aún le observaba, a la vez que caminaba hacia él. A su paso, un rastro de agua caía al suelo. Su chaqueta estaba empapada, su pecho, y si no se secaba rápido le daría un serio caso de hipotermina. Aunque nada de eso importaba; en lo único que pensaba era en encontrar a Romina.
ESTÁS LEYENDO
Romina para presidenta
Teen FictionDesde que Romina posee memoria, solo tiene cabeza para una cosa, y eso es, convertirse en presidenta. No en jefa de la nación, claro que no. Ella quiere ser presidenta estudiantil, y su más grande desafío está por venir: el año de la postulación...