El ruido de un motor estaba haciendo que me despierte, abrí mis ojos con dificultad se me hacían muy pesados mis parpados, poco a poco fui abriéndolos. El olor a suero hizo que volteara a ver donde estaba, me encontré con cuatros paredes color blanca. Obviamente no estaba en mi habitación ni en otro lugar que pudiera reconocer, me senté en la cama de repente y vi a mi mamá y Harry se...ntados y durmiendo en una silla.
— ¿Dónde estoy?
— Adelaine… ____ despertó. – Dijo Harry sonriendo y corriendo a abrazarme.
— Mi nena. Llama a la doctora Harry. ¡Corre! – Harry corrió a la puerta si no antes de tirarme un beso sin que mamá lo viera.
— ¿Qué hago aquí? – Mamá iba a responder pero una mujer entró junto a Harry me saludo sonriéndome y garateaba algo en su tabla.
— ¿Por cuánto tiempo estuve aquí?
— Señorita Gallaher estuvo cinco horas aquí por perder mucha sangre. Su hermano el señor Styles tuvo que donarle un litro de sangre.
— ¿Un litro?
— Así es. Tendrá que quedarse por esta noche y mañana quedará libre señorita. – La mujer se retiró junto a mi madre dejándonos a solas con Harry.
Él me miraba severo tragué saliva y hablé.
— ¿Un litro? ¿Es una maldita broma no?
— No, no lo es. Ya sabes… somos hermanos y nuestras sangre son compatible. – Su rostro se entristeció por completo, se tocaba el cabello sin más que decir.
— Gracias… te amo.
— Yo también te amo.
Pasaron ocho meses mis bebés estaban apunto de nacer, la doctora dijo que sería en unos días ya que se cumplirían los nueve meses de embarazo. No eran solo unos gemelos… eran gemelos siameses.
Mis doctores del parto me dijeron que un bebé tendrá que sacrificarse en una operación para salvar al otro y mi mundo cayó por completo junto con el de Harry y el de Louis. Solo nos quedaba ser fuerte y esperar a que aquella operación saliera bien.
Lo grandioso era que me había graduado hace cinco días con la panza grande, mi traje me quedaba muy pequeño pero no me importaba porque había recibido mi diploma.
Francesca se había graduado también, ninguna de las dos nos volvimos a hablar después de aquella sorpresa que me dio. Megan dijo que se iba a ir a mi misma universidad con tan solo molestarme la existencia y todavía no entendía la razón de que me odiara tanto. Haga lo que haga tendría que aguantar a la odiosa de Megan Payne. Harry todavía seguía peleando para que el hermano de Megan lo dejara en paz, Harry ahora se cortaba y lloraba toda la noche yo solo lo contenía ya que también padecía del síndrome del Bullying.
Harry y yo decidimos decirle a papá y a mamá de nuestra relación después de que nacieran los bebés. Decidimos llamarle Louis Paul Styles ya que el bebé varón se salvaría, la niña no iba a tener éxito en salvarse y cada noche lloraba al pensar en ese detalle.
— Todo saldrá bien, te lo juro. – Trató de sonreír, pero eso era lo único que no hacia se la pasaba llorando y depresivo. Nunca me imaginé a Harry sufriendo tanto, nunca me imaginé al carismático Harry en un estado tan malo. Me prometía que yo estaría bien junto al niño y a él. Todas las noches antes de dormir me susurraba eso.
— Te amo. No veo la hora de decirles a papá y a mamá que nos amamos y que esos niños son míos. El pobre de Louis se está aguantando los insulto de parte de papá.
— Lo sé, por eso lo quiero mucho es muy valiente al hacer esto.
— Prométeme algo.
— ¿Qué cosa?
— Prométeme que pase lo que pase tu no dejarás de luchar por una sonrisa y por estar bien.
— ¿Por qué me haces prometer eso?
— Porque quiero verte feliz.
— Entonces te lo prometo.
Sin amigos sin nada, lo único que tenía era a Louis a Harry y a mis niños y con solo eso sonreía o eso trataba de hacerlo.
Di la espalda a Harry para dormir mejor por la enorme pansa que tenia y él me abrazaba y me frotaba la barriga.
En pleno sueño una puntada me dio un dolor tan fuerte hizo que me sentara en la cama y me di cuenta que ya era hora.
— Harry…- Apenas susurré. Lo sacudí y el abrió los ojos preguntándome que me pasaba mientras bostezaba.
— Llama a mamá… los bebés… ya nacerán.
— ¿Cómo que ya nacerán?
— Si. Ya nacerán.
— ¿Ya?
— ¡Coños Harry llama a mamá! – Esto ultimo lo grité haciendo que el corriera por mamá.
