#Russian Weekend

90 11 4
                                    


Yurio estaba en la cama con el trozo desnudo, cubierto por las sabanas hasta la cintura, ya había pasado varios minutos desde que Víctor ya se había marchado. Eso lo había dejado reflexivo, habían vuelto a caer en las tentaciones del amor, una vez más o tal vez Yurio era quien había caído. Yurio se lamentó bien podría dejar de idolatrar a Víctor, pero a quién quería engañar ese platinado todavía lo tenían encadenado, como si fuese un nahuál. Yurio se juraba que tal vez, la competencia de los Super stars, lograba hacer que olvidara Víctor, ganarle a él y su protegido. Pero quién sabe si lo podía lograr, lo que se le ocurría era entrenar el doble y dejar de lado el tema de su amor, estaba dispuesto a lograrlo. Yurio sabía que Víctor no dejaría de amar a Yuri tan solo porque tuvieran sexo. Conocía muy bien a su ex protegido, lo suficiente, para afirmar que Víctor se alegraba de hacerle la vida imposible. El joven rubio, enojado, se volteó y dejó que el sueño lo arrullara, pensando: Ya lo pensaré mañana, se dijo. 

Durante las siguientes semanas Yurio no tenía tiempo para volver a pensar en Víctor, Talia había querido montarle a su hermano una nueva coreografía llamada  "Welcome to the madness",  una coreografía muy diferente, puesto que ésta no tenía nada que ver con la sensualidad de un flamenco sino que era más agresiva pero sin dejar de ser sensual. Al momento de montarla, Talia le había dicho a Yurio.

- Quiero que está vez, saques todo lo que tengas de Eros. Está coreografía no es para mediocres, requiere seducción pero también agresividad.  Debes hacer que los que te miren te teman pero que también peleen a muerte por ti. ¿eres capaz de lograr eso? Temor y seducción todo en un mismo lugar. 

- ¡Bah! Si pude bailar el flamenco de Dalida, quién no te dice que puedo dominar está coreografía. Ni que fuera tan difícil. 

Talia le dio una mirada siniestra a Yurio, y forzó una leve sonrisa de sus labios rojos. 

- Está coreografía se la he puesto a diez  patinadores muchísimo más grandes que tú, ningún ha podido hacerla bien. Fallan en representar ambos sentimientos, y yo la quiero perfecta. 

-¿por qué? inquirió Yurio-.  Preguntándose por qué su media hermana le ponía tanto interés a Welcome to the madness. 

- Tanto la canción como los pasos son completamente de mi autoría-. Cuando salía con Víctor fue mi deseo que él la interpretara. 

- ¿y qué sucedió? inquirió Yurio, impresionado porque Talia compartiera algo de su pasado con él. 

- Falló en representar la parte agresiva. Víctor es incapaz de provocar miedo en los espectadores, y creo que a él no le interesa dar ese temor. Es alguien que le gusta resolver todos los problemas en el mundo con una sonrisa. Patético.-.

Las fracciones de Talia se habían tensado, y la pose de la mujer se había vuelto más felina, como si estuviera lista para atacar. Yurio se impresionó por esa pose tan agresiva que tenía Talia, pero ella poniendo los brazos alrededor de su pecho se alejó de su hermano y le dijo gritándole desde el estrado. 

-!Vamos! Logra impresionarme. 

Yurio siguió patinando en el hielo, tratando de ser alguien temido y alguien deseado al mismo tiempo. Aunque la situación era bastante difícil, cómo podía lograr ser una persona temida para los espectadores pero a la vez que el público lo deseara. Recurriendo a la misma técnica que había logrado con el Flamenco de Dalida, cuando Yurio utilizó para inspirarse sus noches de pasión con Víctor, intentó emplear la misma táctica.  Sin embargo, la coreografía lejos de lograr ese equilibrio entre temor y amor hizo todo lo contrario. A veces Yurio era más temido que amado u otra veces era más amado que temido. Sus constantes fracasos se veían en los regaños constantes de Talia quien le decía: "no hagas el lutz tan ligero, debe ser más duro" "¿A eso le llamas Axel?  hazlo de nuevo, y está vez más alto. Cuida tus pasos cuando hagas lo del vals" Yuri, no te lo volveré a decir. 

Yurio terminó completamente exhausto y creyó que ya no podía seguir patinando, las piernas y los pies sentían que le quemaban, por más que intentó ponerse de nuevo en pie, su cuerpo no le respondía. Obviamente eso no contentó a Talia, quizás Yakov o Lilia  habrían insultado o regañado a Yurio por no hacer bien los pasos, pero Talia tenía otra forma de mostrar su inconformidad y eso era con el silencio. La mujer simplemente se retiró y no dijo ni una palabra, Yurio  enojado por el mutismo de su media-hermana le dijo.

-!Eh! Talia, sigamos, sé que lo haré bien.- 

- !Hey! ¿estás muerto? 

Yurio despertó sobresaltado viendo a Otabek mirándolo de una forma curiosa, Yurio se molestó pero encontró la presencia de Otabek, un tanto refrescante. El muchacho intentó incorporarse hacía adelante pero no podía el cuerpo no le respondía, sin decir ni una palabra Otabek, cargó al muchacho quinceañero. 

-  No me trates como una princesa, tú hijo de...

-Cállate, quieres. Te llevaré a casa. 




I never even told youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora