Capitulo II

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Deducir no era problema para él, podía hacerlo todo el tiempo, pero en esa ocasión sentía que sus habilidades no funcionaban como debían, tal vez él mismo se lo impedía inconscientemente, no era agradable ver a su mejor amigo, o mejor dicho, su único amigo, discutiendo con su esposa a punto de dar a luz. Tenía que intentarlo, posiblemente el matrimonio de John pendía de un hilo y tal vez él podría ayudar de alguna manera.

-Mary- Sherlock comenzó con cautela -¿sucede algo con John?, lo he visto tenso toda la mañana- mientras hablaba, la miraba con atención.

-Pues... si- comentó ella y dejó escapar un suspiro ahogado -ha estado bastante irritable. Tal vez el estrés de que pronto será padre lo está consumiendo, a decir verdad, Sherlock, no sé qué pensar.

La miró con atención. Estaba ocultándole algo.

-Creo que no estás diciéndome todo- la escrutó con mayor intensidad.

Mary desvió la mirada y, finalmente, asintió en medio de otro suspiro.

-Lo he notado... no lo sé, pensativo, nervioso, como si me ocultara algo- hizo una pausa y se limpió apresuradamente otra lágrima con el dorso de la mano -pienso que tal vez te extraña, me parece que ha preguntado mucho sobre ti a Mycroft y a Mrs. Hudson. Creo que también ha hablado con Molly y Lestrade

Sherlock levantó la mirada y la clavó en los ojos de Mary.

-¿Ha preguntado por mí?- había algo extraño en todo ese asunto, ¿por qué razón John preguntaría por él a terceros si apenas se habían comunicado en los últimos meses? Supuestamente la carga de trabajo y el cuidado de Mary absorbían prácticamente todo su tiempo libre y esa era la razón por la que, acompañarlo a resolver crímenes, se había vuelto una tarea mucho más esporádica de lo que ambos hubieran esperado.

-Sí, creo que desde hace un par de meses

-¿Sabes sobre qué?

-No. Pero me parece que son cosas personales. No me extraña, eres su mejor amigo

-Asuntos personales...- murmuró Sherlock analizando todos los posibles resultados que eso implicaba.

Mary miró hacia la puerta

-Es normal, supongo- ella continuó -si no te ha visto en tantos meses

-Si, tal vez si- Sherlock hablaba más consigo mismo que con Mary. ¿Así que John hablaba sobre él Mycroft, Lestrade y Molly? Definitivamente eso lo había tomado por sorpresa. Analizó la última conversación que tuvo a solas con John, en la que le pedía que no consumiera nada más fuerte que nicotina y que se mantuvieran en contacto. Sin embargo, al indagar en su palacio mental momentáneamente, se dio cuenta de que, en efecto, John había preguntado últimamente mucho sobre su pasado y sobre asuntos que no le habían interesado hasta entonces.

-Me pareció que mencionaba algo sobre... ¿Barbarroja?

Inmediatamente, Sherlock se tensó y todo su palacio mental se desmoronó frente a sus ojos en segundos. Barbarroja, esa palabra era suficiente para desestabilizarlo y llevarlo a momentos nada agradables en su infancia, aquella donde Mycroft lo había ridiculizado tantas veces y donde habían sacrificado al pobre Barbarroja.

-¿Sherlock?- sus pensamientos fueron interrumpidos por la cautelosa voz de Mary -¿está todo bien?

-Sí, si- murmuró y comenzó a estabilizar nuevamente sus pensamientos. ¿Por qué razón el doctor John Watson querría saber sobre Barbarroja?

-¿Y eso es todo?- Sherlock cuestionó esperando indagar más sobre aquel asunto- Puedes contármelo todo.

Mary escondió su rostro entre sus manos y finalmente rompió en llanto. Sherlock la observó extrañado e intento darle consuelo, sin obtener el éxito deseado, él no era un experto en mostrar ese tipo de afecto hacia las personas.

-La verdad es que, John ha cambiado tanto los últimos meses, es completamente diferente a la persona que creía conocer y con la que contraje nupcias.

-¿Qué quieres decir con que ha cambiado?

-Me parece que se ha vuelto distante, como si algo lo estuviera molestando... sabes a qué me refiero, como si tuviera que llevar una carga muy pesada- hizo una pausa para recuperar el aliento -algunas veces se irrita con tanta facilidad... como hoy, tú mismo viste cómo se puso

-Si... me parece que exageró

-No es la primera vez- murmuró Mary -también me da la impresión de que oculta algo

-¿Has visto algún comportamiento retraído?

-Se ha vuelto más obsesivo con su privacidad. Algunas veces tengo miedo, Sherlock. Ambos sabemos que él es adicto a cierto estilo de vida

A pesar de lo que había dicho Mary, faltaba demasiada información para, siquiera, pensar en culpar a John de comportamiento sospechoso; sin embargo, a Sherlock le parecía que la actitud de su amigo no pertenecía a él, era como si estuviera fuertemente influenciado por algo o alguien, como si todo el tiempo estuviera bajo presión.

Seguramente era muy pronto para sacar conclusiones, pero definitivamente no podía dejar las cosas así.

-Tranquila, Mary- murmuró con la mirada fija en un punto sin importancia, analizando cada situación que pudiera estar relacionada con el tema -averiguaremos lo que sucede

-¿De verdad harías eso por John?

-Claro... por ambos

Ella sonrió satisfecha.

Sherlock se ofreció a acompañar a Mary hasta su hogar, cuando se sintió mejor, recordando en todo momento la promesa de averiguar qué era lo que le pasaba a su mejor amigo. Era difícil poder pensar que John estaba haciendo algo mal, después de todo lo que habían vivido juntos, lo conocía bien y sabía que sus valores estaban bien definidos, después de todo era un médico, la ética era importante para él.

Sorpresivamente, John no estaba en su hogar. Debía estar sucediendo algo lo suficientemente grave para que el doctor desapareciera de Baker Street y se ausentara de su casa también. Eso de "una emergencia en el consultorio" evidentemente era mentira, apenas podía creer que a John se le hubiera ocurrido que podría engañarlo con algo así.

Era momento de volver a su palacio mental, cualquier acontecimiento, pregunta o palabra que el doctor hubiera mencionado en los últimos días era clave, faltaban muchas piezas en el rompecabezas para darle sentido a lo que estaba ocurriendo. Se cercioró de que Mary estuviera mucho más tranquila y, con toda la calma de la que fue capaz, comenzó a repasar uno a uno los últimos días que había mantenido comunicación con su amigo.

El Soldado MentirosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora