-Sherlock...- la señora Hudson llamó a la puerta -tengo algo para ti, lo dejaron en la entrada de mi casa
Sherlock abrió la puerta y la señora Hudson le tendió un paquete sellado en una caja negra
-Que la próxima vez te lo entreguen a ti querido, no soy tu ama de llaves
-¿Quién lo dejó?
-No tengo idea, acabo de llegar- la señora Hudson hecho un rápido vistazo al departamento -deberías limpiar un poco todo ese desorden- le dijo mientras bajaba de nuevo las escaleras.
La caja era pequeña y cuadrada, pesaba más de lo que a simple vista parecía y al agitarla se escuchaba como si dentro hubiera una piedra o un trozo de madera.
La llevó a su desordenado escritorio y la abrió con el primer objeto filoso que encontró a la mano, sólo para darse cuenta de que se había equivocado, no era una piedra, era una manzana.
Sherlock extrajo su pequeño regalo de la caja, la tomo con la mano y la observó detalladamente, esta vez no había un "Te lo debo" tallado, pero sin duda era una representación clara de aquella persona que creía muerta. Dio un vistazo a la caja una vez más: Cartón, pequeña, cuadrada, en buen estado, sin sellos postales, transportada velozmente por alguien y dejada con algo de prisa en la puerta por la pequeña mancha a causa del polvo en una esquina.
James Moriarty, otra vez el nombre resonaba en su cabeza como la campana del Big Ben.
- Pero él no andaría por las calles entregando paquetes, lo haría uno de sus subordinados, ¿cuál es tu juego?- Sherlock pensaba- Vamos, solo dame una pista más.
-Está muerto- dijo Sherlock por fin en voz alta- alguien está intentando distraerme.
Sherlock guardo súbito silencio. Recordó algo que lo hizo volver a la idea original; nadie más sabía que ese símbolo era la unión entre él y Moriarty. Nadie. Estaban solos aquel día en Baker Street. A menos que claro Moriarty, se lo hubiera dicho a alguien más, pero aquello no era una señal de él, no de Moriarty. ¿En verdad estaba vivo?
No podía estarlo, y si lo estaba, alguien más estaba involucrado, Moriarty no había podido haber dejado el paquete. Alguien conocía el juego que estaba jugando y seguramente sería alguien cercano, alguien que no resultara sospechoso por acercarse a Baker Street.
No quería teorizar, hacer especulaciones aún con tantas piezas faltantes en el rompecabezas, pero había hechos que ponían en tela de juicio lo que él creía saber; eran demasiadas casualidades.
"Cuando has eliminado lo imposible, lo que queda, sin importar lo improbable que sea, debe ser la verdad". Alguien cercano a él estaba involucrado o había estado involucrado con Jim Moriarty y el obsequio significaba que algo estaba a punto de suceder. Él estaba de vuelta, tal vez indirectamente, pero lo estaba.
Trataba y trataba de no pensar en John Watson, pero era imposible que el episodio de la mañana y la mentira que le había dicho hacía un momento por teléfono carecieran de importancia. Revisó la manzana y le pareció detectar un aroma familiar, pero no podía identificarlo, por más que trataba de recordarlo. Era importante, lo sabía, el olor le recordaba algo frío y doloroso, pero parecía que su cerebro lo había bloqueado, tenía que estar en alguna parte, ese recuerdo podía ser la pieza clave que faltaba, o al menos, una de ellas.
Sherlock hizo lo que últimamente solía hacer cuando necesitaba pensar un poco más de lo habitual, había visto a Billy hacía un par de días y éste le había dejado lo suficiente para situaciones de emergencia. El detective consultor regresó a su asiento, levanto la manga de su camisa y sujetó su brazo con una liga, tomó la jeringa y la clavo lentamente en su piel blanca. Aun no terminaba de administrar la dosis cuando un mensaje llego a su celular.
"¿Sabes algo de John? Estoy preocupada. Recibí un paquete y no me agrada nada lo que contiene"
Sherlock se colocó su abrigo, y salió de Baker Street tras terminar de suministrar a su cuerpo lo que necesitaba. Durante su trayecto se cuestionaba si Mary también había recibido una manzana. Lo cual descartó, ella no sabría nada de su significado, tendría que ser algo relativo a John para que consiguiera preocuparse.
En cuanto llegó a casa de John, se dio cuenta de que Mary ya lo esperaba en la puerta, con esa expresión de angustia que no le agradaba en absoluto, sabía lo peligrosas que se ponían las situaciones siempre que ella se preocupaba.
Apenas entró, Mary fue a buscar el paquete y se lo mostró. Era una caja exactamente igual a la de él, cuadrada y negra, pero adentro no había una manzana, era un reproductor de mp3. Examinó la caja con el mismo detenimiento que lo había hecho en Baker Street; no parecía haber sido entregada a prisa como la suya, tenía algo de polvo imperceptible que la había decolorado a un tono grisáceo y había dejado la marca solo de los bordes de la tapa, como si llevara mucho tiempo guardada. Sacó con cautela el mp3 y lo examinó exhaustivamente, si se trataba de un arma, una grabadora o cualquier objeto que pudiera poner en peligro la seguridad de John o Mary, era mejor saberlo de inmediato y deshacerse de él. Después de mirarlo durante minutos y minutos, concluyó que era totalmente inofensivo, o al menos eso parecía. Apretó el botón de "reproducir" y comenzó a sonar la única canción que había guardada en la memoria: "Staying alive".
-Jim...- murmuró y miró a Mary -¿en qué momento recibiste la caja?
-Casi cuando te envié el mensaje. ¿Sabes lo que significa?
-Necesito que me digas si ustedes tienen cajas así
-No lo sé, creo que no. En algún momento tuvimos unas parecidas, no sé si son exactamente las mismas cajas. Son cajas de chocolates
Sherlock suspiró. No podía ser John...
-Está bien Mary, será mejor que yo conserve esto y no se lo digas John- Sherlock dijo mirándola con autoridad- Llámame si algo así vuelve a ocurrir.
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El Soldado Mentiroso
FanfictionLas cosas entre Sherlock y John han cambiado desde que el doctor contrajo nupcias. El carácter de John ha cambiado de modo drástico ¿Está John mintiéndole a Sherlock? (Ubicado antes de la cuarta temporada de la serie)