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Bien, hora de empezar mi búsqueda. Salí del cuarto de hotel con un jean ajustado azúl, una camiseta negra y un abrigo del mismo color, ya que estábamos en pleno invierno, tenía unas converse también negras y mi largo cabello castaño estaba recogido en forma de dona y una gorra negra aguantando que no se caiga. Y tenía dinero y un mapa de Seúl en los bolsillos de mi pantalón... necesito un celular, y pronto. Después de cruzar algunos pasillos y bajar por un par de escaleras, ya estaba fuera del hotel. Las calles estaban llenas, a diferencia de en Daegu, se notaba que era un día de trabajo en la mañana. Comencé a caminar por las calles, la emoción que me invadía se notaba a kilómetros. Caminé no se por cuanto tiempo, hasta que encontré un parque, me senté en una banca para descansar unos minutos y luego seguir con mi búsqueda... un momento... toda la emoción y entusiasmo que antes me invadía se fue de momento.

¿Como rayos no pensé eso antes?

Estaba en una ciudad desconocida, con un tamaño bastante grande y quien sabe cuantos habitantes, y yo tratando de encontrar a una mujer que no se ni su físico, apenas y me se su nombre y apellido. Golpeé mi frente repetidas veces con la palma de mi mano, hasta que noté que la gente me miraba raro.

Vamos Iseul, la vamos a encontrar.

Me alenté a mi misma, me puse de pie y seguí mi camino.

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No la voy a encontrar jamás.

Y ahí estaba yo, en una banca de otro parque al que había llegado luego de casi dos horas caminando. Los niños se divertían jugando y gritando por todo el parque, mientras que sus padres les tomaban fotos o los acompañaban en sus juegos... como una familia, la familia que yo nunca tuve. No. Sacudí mi cabeza, no voy a pensar en eso. Estoy aquí para eso, para encontrar a mi familia y poder recuperar el tiempo perdido.
Unos llantos llegan a mis oídos, y llevo mi atención a una niña que se cayó al suelo y se raspó un poco los codos. Un hombre, aparentemente su padre, se acercó a ella, le dijo algo que la hizo sonreír mientras lloraba y luego de dio un beso en la frente, entonces la niña volvió a seguir jugando con los otros niños y niñas del parque.

¿Yo tendré padre?

Me golpeé la frente con la palma de la mano. ¿Como no se me ocurrió eso? Ni siquiera pensé en eso, solo pensaba en encontrar a mi Mamá.

¡Genial, que tonta eres Iseul!

Mi barriga soltó un gruñido, dándome a entender que necesitaba ser alimentada. No sabía que hora era, ni si había un lugar de comida cerca, así que mi única opción era preguntar.

---Disculpa--- llamé la atención de una pareja que había a unos metros de mí.--- ¿Sabe que hora es y si hay una cafetería cerca?

---Son las 11:29--- me contestó el chico mirando el reloj que traía en su muñeca.

---Por aquí cerca hay una cafetería muy buena, vas por ese camino y a unas cuadras más adelante la verás.--- concluyó la chica hacia donde los edificios

---Gracias

No esperé respuestas y comencé a caminar por donde la chica me había dicho. Tenía razón. Después de caminar como por quince minutos más encontré dicha cafetería. Estaba un poco llena, pero no me importó, tenía hambre. Me senté en una mesa y leí la cartilla, esperando a que alguien viniera a atender me.

---Buenos días ¿Que desea ordenar?--- una mujer de unos 37 años se me acercó. Me quedé contemplándola, era muy bonita para su edad, su cabello castaño oscuro, su piel casi tan blanca como la mía, y sus ojos color café. Al parecer no era la única, por que ella también me miraba sin decir nada, aunque no podía verme bien por la gorra. Estuvimos así unos minutos, hasta que un señor habla:

---Yoon, no te quedes ahí parada--- un señor de unos 37 años se puso de pie a su lado. Éste tenía el cabello un poco más claro que el de ella, su piel era un poco más oscura y sus ojos eran también color café.---. Disculpa a mi esposa, no suele distraerse así.--- el señor, se disculpó con una sonrisa avergonzada, pero luego tuvo la misma reacción que su esposa.

---Eh... sí, lo lamento, ¿Que deseas ordenar?--- volvió a preguntar, esta vez con una sonrisa triste. Tal vez se había acordado de algo muy triste.

---Eh, quisiera un capuchino y unas tostadas, por favor.

---En un momento te los traemos.

Se alejaron de mí, pero varias veces volteaban a verme con el ceño fruncido. La mujer entró a la cocina y el hombre se puso a supervisar todo.

Entonces ellos son los dueños.

Pasaron los minutos y la mujer me trajo mi pedido, y se fue sin decir nada. Ya cuando estaba terminando me las tostadas noto que algunas chicas me miran y se ponen a susurrar cosas sin dejar de mirarme. Saqué dinero de mi pantalón y lo dejé en la mesa, aunque sabía que era más de lo que debía pagar, y me levanté de la mesa con el capuchino en una de mis manos. Varias chicas hicieron lo mismo, mirando atentamente mis movimientos.

---¡Suga!--- una de ellas gritó y todo el mundo me miró. Frunci el celo, y cuando un grupo de chicas se levantaron como resortes de sus lugares, una alarma en mi se activó.

---¡Quede se con el cambio!

Fue lo último que grité antes de salir corriendo de la cafetería como con unas diez chicas detrás de mi mientras gritaban "Oppa" , "Suga", "Casa te conmigo", y otras cosas más que no lograba entender. Veo un pequeño flash y, mientras sigo corriendo, miro para atrás. ¡Las locas me estaban tirando fotos! Además... ¡¿Por que rayos me persiguen?!

Al cabo de un rato ya me encontraba rodeada de varias chicas, ellas tomandome fotos y vídeos y yo tratando de huir de ellas.

Mierda ¿Ahora que hago?

...

Espera... ellas creen que yo soy ese tal Suga... bien.

---¡Yo no soy Suga, no soy Suga!--- hice escuchar mi voz de entre todos los gritos, y me quité la gorra para dejar caer mi larga cabellera castaña. Todas se callaron de momento, pero aún seguían grabando.--- Bien, ahora dejenm-

---¡Es el clon de Suga!--- gritó la misma chica que había gritado dentro de la cafetería, la que me metió en este lío. Todas automáticamente habían vuelto a gritar con emoción y asombro, esta vez haciéndome preguntas referentes a quien era y por que me parecía tanto a "Suga".

---¡Dejen me irme!--- grité ya un poco molesta y logrando que las chicas dejaran de chillar y gritar, otra vez. Acto seguido las aparté de mi camino y me alejé de ellas a paso apresurado.

Locas.

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Hace ya algunas horas que había perdido a las chicas locas. También me había comprado un celular y luego volví al hotel, mañana continuaría con mi búsqueda.

---"La Clon Suga"

Leí el nombre del vídeo que aparecía en la sección de 'recomendados' en YouTube, y le di click. Me pareció algo interesante, bueno, el vídeo había sido subido hace unas dos o tres horas y ya tenía casi 1 millón de visitas. No podía ver ni escuchar bien lo que pasaba en el vídeo, parece que fue grabado mientras corrían a una chica con gorra. Después de unos minutos la rodearon mientras le gritaban un montón de cosas, hasta que su voz se hizo escuchar de entre todas:

---¡Yo no soy Suga, no soy Suga!--- se quitó la gorra y dejó caer su larga cabellera castaña

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Mierda

Era yo.

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Tropiezo Con El Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora