Tropiezo Con El Amor

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---1 hora más

Suspiré cansada. Ya llevaba 18 horas dentro de un tren de camino a Daegu, aunque la mayor parte del tiempo estuve durmiendo... Daegu. Realmente estoy muy emocionada por llegar, ya no puedo esperar a llegar a mi ciudad natal, a conocer a mi familia... a mi verdadera familia. Aún me pregunto, si Danbi y Kwang no me querían... ¿Por que me compraron? ¿Que necesidad tenían de hacer mi vida añicos? Esas y más preguntas no dejan de rondar por mi cabeza. Y me arrepiento de no haberles preguntado.

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Bostecé. Agarré mis maletas y salí del tren, sin ninguna dirección a donde ir. Estaba totalmente perdida, era un lugar nuevo y desconocido para mí. Me adentré en el montón de gente, dejándome guiar por ellos hasta la salida de la estación de trenes, donde la gente esperaba por algún taxi o bus que los llevara a sus destinos. Hice lo mismo que todos, me puse al borde de la acera y comencé a hacer señas con el brazo derecho esperando a que algún taxi llegara donde mi. Tuve la oportunidad de disfrutar de Daegu, de lo ciudad natal, de las personas que caminaban por las aceras, de los autos que iban por las calles, de los edificios, y hasta del ruido; hasta lo más mínimo, para mi era interesante y asombroso. Un bocinazo frente a mi me hizo dar un salto hacia atrás, me quedé asustada mirando el taxi frente a mi. La ventanilla de copiloto se bajó.

---¿Vas a subir o te vas a quedar mirando el auto?--- un señor de unos cuarenta y tantos era el chofer del taxi

---¿Eh?

---Dije, ¿Vas a subir o te vas a quedar mirando el auto?--- preguntó ya enfadado

---Eh... Sí, si, voy a subir--- contesté saliendo de mi transe de confusión

---Pues sube ¿Que esperas? No tengo todo el día--- le mostré mis maletas, a lo que el soltó un bufido molesto y cansado y haló de una palanca que abrió la parte de atrás del auto --que no tengo idea de como se llama--.

Estupefactada guardé mis dos maletas y mi mochila, y subí a la parte de atrás del auto.

---¿A donde te llevo?

---Al Fatima Hospital por favor

El chofer del taxi no me respondió, solo arrancó el auto a toda velocidad. Las calles no estaban tan transitadas, de echo, estaban bastante vacías para ser un miércoles en la mañana. Los minutos pasaban cada vez más lentos, y yo cada vez me aburría más. Tampoco me gustaba estar tanto tiempo cerca de la raza masculina, era sumamente incómodo para mí, lo odiaba.

---Oye--- miré al chofer que me llamó

---¿Si?

---Perdona mi curiosidad pero,... ¿Por casualidad no conoces a un tal Suga?

---¿Suga?--- pregunté extrañada, el chofer asintió--- ¿Que no es azúcar en inglés?

---No, es el apodo de un idol, está en una banda con otros seis chicos, son muy famosos mundialmente--- respondió obvio, pero la verdad era que no tenía ni idea de lo que me estaba hablando

---A decir verdad, no estoy muy familiarizada con el mundo de los Idols--- dije sin darle importancia---. ¿Por que la pregunta?

---Ah, bueno, es que t-

---¡Llegamos!--- exalté mirando el gran hospital por la ventanilla del auto. Mi emoción subió de repente, agarré dinero del que la agente MiOk le había quitado a Danbi y a Kwang y lo dejé en el asiento del copiloto--- ¡Gracias! ¡Quede se con el cambio!--- fue lo último que le dije antes de bajar del auto

Me dirigí a la parte trasera del auto, que ya estaba abierta, y bajé mis dos maletas y mi mochila, y me alejé del auto.

Sin poder esperar más, por fin me adentré al hospital donde obtendría las respuestas que estaba buscando. Poco más adelante de entrar, se encontraba la recepcionista en su escritorio. Me acerqué a ella con entusiasmo.