"...Iseul, Min Yoon y Min Hong son mis padres... Nuestros padres"
Mi respiración se cortó, mis manos comenzaron a temblar y mis palabras no querían salir de mi boca.
Eso significa que... Que tengo un hermano... ¡Tengo un hermano, y no lo sabía!
---¿Iseul?--- YoonGi se acercó a mí y por acto de reflejo retrocedí
---... ¿Tú...?...
---¿Yo? ¿Yo qué? Iseul me estás asustando ¿Estas bien? Estás pálida. ¿Necesitas un médico? Por que si es así puedo llamar una ambulancia.--- YoonGi hablaba chocando las palabras, su voz y expresión facial demostraban desesperación y nerviosismo, incluso preocupación... Estaba preocupado por mí.
---¿Tú...? ¿Yo...?...--- Por más que trataba las palabras no abandonaban mi boca, ni siquiera sabía que debía decir en un momento así.--- ...¿Hermanos?
YoonGi se quedó petrificado, tal vez no veía venir eso. Llevó su mano a la nuca y se rascó levemente, en un gesto de estar pensando o estar avergonzado, más bien nervioso.
---...Yo... e-eso creo... ¿Lo somos?
Me mira, buscando la obvia respuesta a nuestra tonta pregunta.
---Supongo--- Es lo primero que abandona mi boca.---. Si tenemos los mismos padres significa que somos... hermanos.
Una pequeña sonrisa se va formando poco a poco en el rostro de YoonGi. Mientras sus ojos se ponían ligeramente brillantes, y mi vista ligeramente nublada.
---¡Mamá y Papá tienen que saber esto!
Mamá. Papá
---Mamá... Papá--- repetí en un transe, como si no acabara de procesar las palabras.--- ¡¿Cuando podré verlos?!--- pregunto con emoción y desesperación, lo que hace que YoonGi me sonría tristemente, hasta un niño se compadecería de mí
---Hoy salen tarde, pero podemos darle la sorpresa cuando llegue a casa
.
.
.---Iseul--- YoonGi me agarró por los hombros, deteniendo mi caminata alrededor de la sala---, queda te quieta antes de que hagas un hoyo en el suelo.
---Ya--- me alejé de él, y a regañadientes me senté en uno de los sillones que había en la sala. Ya eran alrededor de las 8:43 de la noche, y aún no llegaban Mamá y Papá... que lindo se escucha... Mamá y Papá.---. ¿Crees que se pondrán felices?--- pregunté
Mi pregunta quedó en el aire, más bien parecía un susurro proveniente del viento. Por algún motivo tenía miedo, miedo de ser rechazada, miedo de que las cosas no sean como creí que serían... miedo de ser abandonada, de quedarme sola; aunque así era como me sentía... sola.
---Es decir--- volví a hablar, ya que YoonGi parecía no entender el por qué de mi pregunta.---, yo... ellos... hace mucho tiempo que se debieron de olvidar de mí. Entonces ¿Estarán felices de verme? ¿Se acordarán de mí?
---Iseul--- giré mi rostro hacia YoonGi. Éste me miraba seriamente, demasiado.---, ellos obviamente se acuerdan de ti. No hay un solo día en que ellos no vallan a la comisaría a preguntar por ti, ¿Me oíste? No vuelvas a decir eso jamás ¿Entiendes? Jamás.
Asentí. YoonGi tenía razón, no puedo pensar así, son mis padres, ellos no serían capaces de hacerme daño... ¿Verdad?
---Yo-
Me interrumpo a mí misma al escuchar unas llaves tintinear, acto seguido la puerta principal es abierta.
Llegaron.
Sin pensarlo dos veces me levanto del sillón y comienzo a correr hacia un armario que hay en la sala. En el acto, por accidente golpeo con el pie una mesita que no había visto.
---¿Suga, eres tú?
YoonGi y yo nos miramos. Me levanto del suelo lo más rápido que mis piernas me lo permiten y me escondo en el armario.
---Queda te aquí hasta que yo te diga, ¿ok?--- asentí--- Bien, ahora vuelvo.
YoonGi cerró la puerta del armario, al mismo tiempo que una voz masculina habló en la sala:
---¡Suga! ¿Por que no nos dijiste que vendrías?
¿Suga? ¿El desconocido ídolo causante de mis problemas, ese Suga? ¿Está aquí?
---Nos hubieras avisado, así te hubiéramos traído algo de la cafetería, debes estar cansado y con hambre. Ven acá.
Mi respiración se volvió entrecortada y mi corazón latió con fuerza, mis nervios estaban a flor de piel. Mi Mamá y Papá estaban a solo unos metros de mí, que digo metros, a pasos de mí.
---Si, yo... No te preocupes Mamá, ya cené--- YoonGi tomó una pequeña pausa.--- ¿Como les fue a ustedes?
---Bien, supongo--- El Señor... mi Papá... contestó
---¿Como que 'supones'? ¿Pasó algo?--- la voz de YoonGi sonaba preocupada, incluso hasta yo me preocupé
---Lo de siempre, aún no la han encontrado...--- Mi Mamá soltó un sollozo que me partió el corazón
---Es probable que cancelen la búsqueda, desde hace un tiempo ya nos lo habían advertido.--- Mi Papá habló con tristeza, aunque un poco más calmado.--- Dijeron que si no la encontraron en 17 años... de seguro debe de estar muerta.
Un abrumador silencio sucumbió la casa.
Hasta ahora me percaté lo oscuro que estaba el armario y, en un intento de girarme, golpeé y dejé caer varias cosas que no pude identificar, provocando un estruendoso ruido.
De seguro hasta los alienígenas lo escucharon.
---¡No abras la puerta!
La puerta fue empujada de golpe.
---YoonGi...--- La voz de mi Papá sonaba seria.---... ¿Que hay en el armario?
Mierda, la cagué.
---N-nada--- YoonGi sonaba nervioso. ¿Y como no? Se suponía que esto sería una sorpresa y yo la arruiné. Además, ¿Quien se creería el cuento de que su hija desaparecida durante 17 años y que ningún policía pudo encontrar estuviera en su casa y haya sido traída hasta aquí por su hijo?... Exacto, nadie.
---Hijo--- esta vez fue mi Mamá
---Es una sorpresa... Yo, es q-
---Miau--- todo volvió a ser silencio, me di una bofetada mental al hacer tal estupidez
---¿Un gato?--- Interrogó mi Mamá--- ¡¿YoonGi compraste un gato sabiendo que tu padre es alérgico a ellos?!
Ahora si la cagué.
---¡No! ¡No compré ningún gato!
---Ya deja de mentir y saca a esa bola de pelos de la casa--- Mi Papá exaltó exasperado
La puerta fue abierta de golpe.
Inmediatamente mis ojos se abrieron como platos al ver a una mujer y un hombre mirándome en shock. Eran la señora y el señor de la cafetería. YoonGi, la señora, el señor y yo estábamos en shock, nadie hablaba o movía ni un pelo, solo nos mirábamos en un pequeño trance. Fue la mujer, Min Yoon, mi Madre, la que rompió el silencio:
---Iseul--- YoonGi y yo nos miramos unos segundos.
---Sorpresa
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Tropiezo Con El Amor
FanfictionHan Iseul, una joven chica Coreana de 17 años, llegó a Seul, Korea del Sur, con una meta de gran propósito que cumplir. ~~~ Iseul no tiene la vida que alguna vez hubiera deseado, no se acerca ni al prototipo de una vida apenas soportable; vive bajo...