La prometida del Alemán (R#6) [Prometidos #1]

37. Olvida los problemas

Pietro

Inglaterra - años atrás

Está muerto, mi padre fue asesinado hoy. Toda la responsabilidad recae sobre mí. Debo volver a Alemania, hacer una falsa coartada para su entierro y encima encargarme de todo lo que dejó en el proceso.

Siempre he sido seguro de mí mismo, pero en este momento no me siento tan confiado.

Tomo un poco de mi vodka en la barra del bar y cuando me giro para irme, sin querer me choco con una mujer. La bebida alcohólica que tenía en la mano cae en todo su vestido.

―Lo siento, no sé qué tengo en la cabeza ―me justifico aunque en realidad miento, ya que tengo un lío en mi cerebro, que parece que no puedo ocultar.

La señorita de ojos verdes, me sonríe despreocupada y hace una bella risita.

―Tranquilo, suele pasar. ―Me regala una hermosa sonrisa y se acerca a mi rostro―. Pero ¿Te lo puedo cobrar?

Sonrío de lado.

―¿Por qué no?

Saca de su escote una tarjeta de hotel y la agarro.

―Te espero. ―Me guiña.

Miro como menea esas caderas cuando se va y ¿Quién no se olvidaría de sus problemas con ese cuerpazo de infarto?

Qué mujer más sexy.

Alemania - actualidad

Enciendo un cigarrillo y miro por la ventana. Cuando vi a Violette para hacer el acuerdo, admito que no la reconocí, en esa época estaba con un montón de líos en mi cabeza. Siempre ando ocupado, pero luego la recordé.

Quizás estuvo con tantos hombres, que ni siquiera puede acordarse de algo como eso.

Es evidente, esa fiera indomable tiene una nuez por cerebro.

El teléfono de mi escritorio suena y lo contesto.

―¿Diga?

―Hola, Pietro, he recibido una llamada anónima y quería cerciorarme de algo.

Frunzo el ceño mientras intento reconocer la voz que me suena de algo.

―¿Quién habla?

―Brayton Lovelace.