Capitulo 2.

371 31 2
                                    

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Marvel y Disney © No tengo fines de lucro. 

 

Natasha se dispuso a guardar la comida en la nevera, pues era más que obvio que nadie en esa casa iba a comer algo por hoy, subió a su habitación y se comenzó a desvestir para ponerse su pijama, se desmaquillo y se sentó en la cama, esperando a que Steve volviera. Faltaban quince minutos para las doce, cuando escucho el sonido de la puerta al cerrarse. No se levantó de la cama y mejor espero a que Steve subiera. Cuando él entro a la habitación camino directo hacia su mesita de noche para prender la lámpara que había en ella. Se sorprendió al encontrarse con su esposa pelirroja aun despierta.

– Pensé que estarías dormida – menciono de manera seria e indiferente. Sin verla se dirigió a su cómoda para sacar su pijama y ponérsela. No dijo nada más. Termino de cambiarse y se acostó de su lado de la cama, volteando hacia el lado opuesto del que se encontraba Natasha.

– Steve... necesitamos hablarlo. No quiero que estés enojado. No quiero que nuestro matrimonio se arruine por este contratiempo. Quiero que estemos bie... – no me dejo terminar de hablar, se volteo hacia mí de una manera muy rápida, me miro a los ojos y se fue acercando cada vez más a mí – No quiero seguir hablando de eso. No aquí, no ahorita – dicho esto se aproximó y el poco espacio que aún había entre nosotros desapareció.

Me besó, primero fue tierno pero aun así con una pizca de dolor, conforme se fue intensificando el beso cambió, ya no era nada tierno, ahora lo hacía de una manera brusca, apasionada y necesitada. Me sorprendió por lo general soy yo la que lo besa de esa manera, Steve es el tierno y dulce de la relación. Empezó a subir y bajar su mano por mi costado, ansioso, con su otra mano me tomo por el cabello y halaba de él hacia atrás para tener un mejor ángulo de mi cuello. No lo negaré, estaba disfrutando esto, pero sabía que algo no estaba bien, se estaba comportando de una manera rara y ruda conmigo. Él no era así, mas sin embargo no lo separe de mí, lo deje hacer y deshacer conmigo, si no podía abrirse conmigo y hablar sobre el tema. Tan siquiera quería ayudarnos a olvidarlo por un rato. Esa noche fue la primera vez, de muchas que le siguieron, que Steve de comporto de manera ruda durante el sexo, no me quejaba por eso, pero ya no era lo mismo sentía que cada vez que me tocaba lo hacía con coraje de saber que no podrá tener lo que siempre quiso conmigo.

Tiempo después lo conversamos y decidimos que me sometería a un tratamiento de fertilidad, no funcionó. Después vino otro y otro, ninguno daba resultados. Yo cada vez me sentía menos esperanzada y Steve ya estaba cansado. Nuestra relación se fue deteriorando poco a poco y aun que yo hacia todo lo posible por mantenernos bien, sentía que Steve ya no quería seguir intentándolo.



2 años después. 

Febrero, 2016.

Steve, se encontraba en su oficina, haciendo un nuevo diseño para un nuevo proyecto de unos inversionistas alemanes. Hacía tiempo que su trabajo lo consumía por completo, al llegar a casa después del trabajo lo único que quería era darse una ducha y dormir. Ni siquiera le daban ganas de cenar, y aun que sabía que era su único tiempo para poderse poner al día con Natasha, él prefería no hacerlo. Cuando Nat, le dijo que era muy posiblemente que nunca tuvieran un hijo, se entristeció y enojo por el hecho, pues siempre tuvo muy en cuenta que lo que más quería en este mundo era tener un hijo de el amor de su vida y él.

Tenía en cuenta que su relación estaba cayendo en una rutina bastante desagradable, pues ya casi ni se veían o no tenían tiempo para hablar sobre cómo se sentían, e incluso ya no mantenían relaciones sexuales por placer, simplemente lo hacían cuando el doctor se los indicaba, pues según el eran los días más probables a que Nat, pudiera concebir. Eso apestaba, su vida sentimental y sexual era un desastre, y le molestaba el hecho de que no se atreviera a hablar con su mujer y ponerle fin a todo esto. No quería dejarla, no quería separarse de ella, pero tampoco quería que ella estuviera sufriendo, el cambio en Natasha en estos últimos dos años era demasiado notorio, había bajado considerablemente de peso, se la pasaba estresada por los tratamientos y su trabajo, descuidaba su alimentación y sufría de insomnio. Ya no quería que ella sufriera más, se dio cuenta que había sido un egoísta en solo pensar en lo que quería que Nat le diera, y no pensar en cómo ella se sentía el respecto.

Así que ese día decidió salir unas horas antes del trabajo, le pediría a Natasha que lo acompañara a cenar a un bonito restaurant y ahí le diría que quiere que su matrimonio progrese, que no la quiere seguir viendo triste ni preocupada, que todo lo que quiere es pasar el resto de su vida con ella, y que ya no le importa si no pueden tener un pequeño bebé de ambos, lo superarían juntos.

– MENSAJE NUEVO – apareció en la pantalla de celular de Natasha. Esta lo abrió y vio que era de su esposo.

De: Steve Hora: 16:36

Hola cariño, hoy saldré temprano del trabajo y haré una reservación en tu restaurante favorito a las siete, ¿te parece bien? Te amo. Steve.

Ese mensaje sorprendió un poco a Natasha, hace tiempo que no salían a cenar fuera, de hecho hace tiempo que ni en casa cenaban juntos. Le pareció una buena idea, extrañaba pasar tiempo con él. Se sentía muy presionada por todo y necesitaba un respiro.

De: Natasha Hora: 16:44

Hola, amor. Me agrada la idea. Solo que saldré un poco tarde de una junta, así que te veré directo allá, para que no me esperes en casa. Te amo. Nat.

Steve leyó el mensaje y su rostro se ilumino, salvaría su matrimonio, salvaría a su esposa de tanto estrés. Todo volvería a ser como antes.

De: Steve Hora: 16:50

Se puntual por favor cielo, no quiero tener que pedir algo antes de que tu llegues, sabes como soy cuando salgo del trabajo siempre muero de hambre. Y muero por verte, quiero darte un enorme beso.

De: Natasha Hora: 16:54

Jaja ¡eres un exagerado! Pero está bien amor, seré puntual lo prometo. También muero por verte ¿solo un beso? Yo quiero muchos.

De: Steve Hora: 16:56

Te daré miles de besos si es lo que tú quieres, sabes que solo quiero complacerte. Te dejaré para terminar mi trabajo de hoy y no dejar pendientes, y así poder disfrutar toda la noche contigo.

De: Natasha Hora: 16:57

Okay, cariño. Extrañaba esto, me alegra mucho que vayamos a cenar hoy. Tal vez pase a comprarme algo bonito para ti. Besos

De: Steve Hora: 16:58

Estoy ansioso por ver que te comprarás. Yo también nos extrañó. Te amo. Besos

Steve estaba seguro que esta noche sería el comienzo de algo nuevo en su relación, y sí que lo fue, pero no lo que él esperaba. Él pensaba que todos sus problemas de pareja terminarían hoy, y estarían dispuestos a seguir en su matrimonio felices y enamorados como lo fueron en un principio, pero eso no fue lo que sucedió.

CUANDO TODO LO VES PERDIDO (AU ROMANOGERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora