Perfect for her - [JeongMo]

Capítulo I: Diagnóstico

—Hirai Momo...un tres— Fue la peor oración que escuché de un profesor en el segundo día de clases.
A penas había comenzado el año escolar y ya teníamos exámenes "diagnostico" pues son exámenes para probar cuanto nos acordamos de años anteriores o simplemente son idioteces que los profesores inventan para gastar tiempo de clases y humillarnos en la primera vez que nos ven.
Pues nunca me fue bien en esos exámenes, tengo mala memoria y mucha dificultad para sentarme a estudiar, de hecho creo que si estudiar fuera un deporte directamente me descalificarían por floja.
Como sea, volviendo al tema; El profesor al terminar de entregar los exámenes me llamó a un lado para hablar al final de la clase.

—Señorita...Hirai— Dijo revisando bien la lista para darse cuenta que no se equivocaba.—Lamentó informarle que fue la única que desaprobó este examen, de hecho...colocó mal hasta su apellido— Sus ojos me miraron bastante confundidos y como si se tratara todo de una abominación mundial mundialosa.

—Pues es que aún no se bien la escritura...– Dije tratando de excusarme de que cuando vivía en Japón no tenía clases de Coreano, de hecho hace ocho años que vivo aquí y se bien la escritura del idioma, solo que al ver los exámenes me pongo más en blanco que la hoja en donde debemos entregar todo.

—Entiendo...Igual hablé con el director sobre su examen y su caso en particular...

—¿Y que hablaron de eso?— Mi tono algo igualado parece que no le gustó al profesor Chou, haciendo que este de una breve fruncida de ceño.

—Me temo que debemos buscarle un tutor, pues se abrieron inscripciones de tutoría—Dijo entregándome un papel con varias firmas en el.—Usted solo debe firmar aquí y se sorteará a uno de los tutores inscriptos.

Mi mano comenzó a temblar, creo que me parecía más incomodo tener que estudiar con alguien antes que reprobar, como sea, logré hacer una firma horrible y desprolija que por lo menos se distinguía de las demás notándose que era la mía.
La expresión del profesor Chou era cada vez más seria y con una especie de aire de juzgarme todo el tiempo que me mirase.
Luego de firmar y de aguantarme la cara de pocos amigos del profesor decidí saludarlo con una reverencia e irme rápidamente a mi casa, dado que era la ultima clase del día.
Estaba algo lluvioso así que decidí ir caminando bajo la lluvia sin importarme si llovía o no, me gusta mojarme, me gusta sentirme libre, pues me quedaba solo poco tiempo de libertad hasta que mi madre se entere del tres en clase.
Al llegar no me regaño tanto como yo pensé, mi castigo duraría una semana dado que era solo un examen diagnóstico y no uno que afecte mi rendimiento en todo el año.
Luego de que la jefa de la casa me castigara fui a mi cuarto y me sequé el pelo volviendo este a mi tono rubio ceniza y me dirigí a dormir hasta el otro día, raramente eran las dos de la tarde cuando me acosté y terminé por despertarme a las seis de la mañana del otro día ya para ir a la escuela.

Ya ahí me junté en la puerta con mi mejor amigo Mark o como yo le digo "Marky" pues es más bajo que yo y tiene muchas ojeras a lo que respecta físicamente, psicológicamente hablando es más inteligente que yo obviamente, pero nunca pude estudiar con el dado a que sus padres me odian por ser "mala influencia", no sé qué signifique, soy un angelito armonioso.

—No me gusta que me hagas esperar, ya todos llegaron y aquí me ves esperándote— Dijo el otro malhumorado acomodando su cabello a penas más oscuro que el mío, el siempre tan dulce conmigo.

—No me gusta que me traten como asistente de nadie— Le dije dándole un codazo el cual si se lo daba más arriba le rompía una costilla de seguro.

Luego de nuestro breve intercambio de saludos nos decidimos por entrar más temprano a la escuela donde nos encontramos con el profesor Chou (Si,el anciano que me obliga a tener un tutor).

—Espero ya estés lista para conocer a tu tutor...—El viejo dijo con tono algo desagradable.
Mi compañero se burló un poco al enterarse del tutor.
—Si, lo estoy—Le sonreí falsamente intentado no insultarlo en voz alta.
—Pues mañana a las seis debes presentarte en la biblioteca para conocerlo o conocerla.
Yo solo asentí y me despedí llevándome a mi amigo de la solapa de su camisa de donas.

—¿Cuando ibas a contarme lo del tutor?—Rió el haciendo una mueca para no estallar de la risa.
—No pensaba contarte, nunca quieres saber sobre mis notas.
—Nunca quiero saber por qué ellas me deprimen—volvió a reír y esta vez le pegué otro codazo.

El día pasó muy rápido y decidí volver caminando nuevamente, esta vez junto con Sana, una de mis mejores amigas, de hecho nos conocemos desde que vivíamos en Japón, así que generalmente hablábamos en japonés para que otros no entiendan.
—Volví a desaprobar—Dije para cortar el silencio algo incomodo que se había generado luego de terminar de saludar a Mark.
—No me sorprende—Rió ella tratando de ocultarse entre sus manos.—Pues, yo igual, pero estoy trabajando con un tutor.
—¿De verdad?¿Quien? A mi aún no me presentan al mío...—Bajé un poco la cabeza, ni yo sé por qué la bajé, tal vez por qué quiero aprobar rápido y dejar de tener al Sr.Chou encima con eso de que soy un fiasco.
—Jinyoung, el va a la clase avanzada—Yo sabía perfectamente quién era, pues era uno de los mejores amigos de Mark, y de alguna forma sabía que el gustaba de Sana.
—Pues, que bien—Le sonreí intentando acordarme que tendría que hacer el resto del día, pues siempre me olvido y termino no haciéndolo o leyendo mangas por internet.
—Me voy, cuídate—Vi como ella chocó nuestras manos y guiñó un ojo casi sin respuesta de mi parte, yo estaba centrada más en el auto que estaba enfrente esperándola. Al entrar al gran coche pude distinguir que era un chico el que la vino a buscar.
"Hablando de Roma" me dije a mi misma y continué mi camino.

Al llegar encontré a mi mamá con el almuerzo ya hecho y me senté a comer.